“Ahora puedo mover el brazo sin problemas”
Nicolás: “Tuve un accidente en mi trabajo y me lastimé el brazo. Entonces, comencé a venir a las reuniones de los martes. Usando la fe, recibiendo la oración y el lienzo consagrado, me curé. Ahora ya no me duele nada, el dolor que tenía se fue. Gracias a Dios, ahora puedo mover el brazo sin problemas. No me duele nada. Estoy sano”.
“Antes no podía caminar sola, pero ahora puedo hacerlo”
“Vine con mucho dolor en las piernas. Desde hacía diez años que tenía el cuerpo dolorido. Escuché un programa de radio en el que hablaban de esta reunión y vine. Luego de recibir la oración y usar el lienzo, pude moverme. Vine del brazo de mi esposo porque no podía caminar sola, pero ahora, gracias a Dios, estoy caminando sola y no me duele nada”.
Tenía un familiar internado, pero se sanó
Nora: “Vine a las reuniones de los martes porque tenía un familiar que estaba internado. Se encontraba muy mal. Él tenía una enfermedad que se llama Guillain-Barré. Entonces empecé a venir cada semana, usé mi fe y él se sanó. Gracias a Dios, el milagro llegó. Valió la pena perseverar en esta cadena”.
“No había esperanzas para mi hermana”
“Mi hermana estaba intubada desde hacía meses por un ACV. Los médicos les habían dicho a los hijos que no había ninguna esperanza, que había que esperar que mueríera. Yo vine a esta reunión y comencé a perseverar todos los martes. Gracias a Dios, hoy mi hermana está en su casa y puede hacer una vida normal”.
Participe todos los martes a las 8 h, 10 h, 16 h o 20 h, en la Universal más cercana a su domicilio.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en esta página, como en el periódico y en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben interpretarse en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.