“Los médicos no encontraban una cura definitiva”
Romina Amarilla estaba enferma de los ganglios y los médicos no encontraban una cura definitiva. Esta enfermedad le producía muchos dolores de cabeza, adormecimiento facial y en los brazos. Tomaba muchos medicamentos, hasta el neurólogo le dio tranquilizantes porque también tenía ataques de pánico, de ira y de nervios.
“Recuerdo que tenía que tomar 9 pastillas por día, pero seguía igual, es más estaba peor. Ya no tenía ganas de nada, pensaba que mi vida nunca iba a cambiar. No comía porque me veía gorda y fea, eran muchas mis inseguridades como mujer.
En sí, toda mi vida estaba destruida, pero cuando comencé a participar de las reuniones, las cosas cambiaron. Hoy mi vida es completamente diferente. Fui sanada y no tengo ni una secuela de la enfermedad”.
“Solo pensaba en morir”
Susana Del Valle sufría con terribles dolores debido a sus enfermedades, la medicación no le hacía efecto y la depresión había invadido su vida. Solo pensaba en terminar con tanto sufrimiento recurriendo al suicidio.
“Sufría debido a varias enfermedades, vivía nerviosa y depresiva, tenía mucha angustia, tristeza y también rencor. Buscaba calmar mi dolor recurriendo a los médicos, hacía los tratamientos que me indicaban, pero el dolor superaba todo. Por estos problemas pensé en terminar con mi vida.
En ese estado llegué a la Universal, participé de las reuniones y paulatinamente todo fue cambiando. Hoy tengo salud y disfruto de una nueva vida. Solo en Jesús encontré una razón para vivir, Él me transformó, borró para siempre todo lo malo y transformó mi interior”.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. No deje de consultar a su médico.
Martes a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro
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