Una investigación titulada “Los forajidos del Narcosur” reveló que, combinados, Paraguay, Brasil, Bolivia, Colombia y Perú son los mayores productores de cocaína y marihuana del mundo, formando una red de más de 30 000 personas que mueve 9 mil millones de dólares al año. En conjunto, este bloque abastece a más de 14 millones de consumidores en todo el continente.
Es sabido que las adicciones pueden destruir familias provocando peleas, pero lo que sucedió en la localidad bonaerense de José C. Paz va mucho más allá. Un joven de 17 años tomó un cuchillo de cocina y se abalanzó sobre su madre, de 43 años, y la asesinó de 19 puñaladas porque ella no quería que se drogue.
La mujer murió por las heridas que recibió en la espalda, tórax y cuello, que habrían sido efectuadas con un cuchillo de cocina con una hoja de 40 centímetros de longitud.
La escena del crimen fue el domicilio familiar, en Trinidad al 5400, de la localidad de José C Paz, y la víctima fue identificada como Escurra Almirón, de nacionalidad paraguaya. El adolescente, por su parte, fue apresado por efectivos del Comando de Prevención Comunitaria (CPC), quienes llegaron al lugar alertados por un vecino que llamó a la Central de Emergencias 911.
“Mi familia intentaba ayudarme pero tenía recaídas”
Brian Espínola se involucró en el mundo de las drogas. Él veía que su estado empeoraba con el paso de los días pero le faltaba tomar una actitud para abandonar los vicios. Cuando decidió entregarse a Dios, logró dejar las drogas y comenzar una nueva vida.
“Estaba saliendo con una chica, peleábamos porque me drogaba, así que terminamos. Tiempo después me buscó para que me hiciera cargo de su hijo. Ella estaba con otro chico, me lo decían y no creía, hasta que la vi con mis propios ojos. La tristeza hizo que terminara cayendo en las drogas.
Entré a ese mundo, consumía marihuana, cocaína, alcohol, poxiran y rivotril. Sentía un vacío enorme e intentaba llenarlo como sea. Mi familia intentaba ayudarme, pero tenía recaídas. Quería amor y que alguien me apoyara, pero no encontraba eso.
Tuve muchas luchas para dejar las drogas, pero dije basta y entregué mi vida a Dios. Hubo tentaciones, sin embargo, mi compromiso con Dios fue más fuerte. Hoy estoy logrando cosas que no podía lograr, el trato con mis padres es excelente y tengo sueños y amigos de calidad. Sin la ayuda de Dios hoy no estaría vivo”.
Sea libre de los vicios, participe de una reunión este domingo a las 15hs, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
[related_posts limit=”9″]