Según una investigación de la Universidad de Pittsburg, en Estados Unidos, las mujeres casadas que son felices, tienen menos problemas para dormir que aquellas que no mantienen una relación estable. También han observado que, en estos casos, su corazón ‘sufre menos’ porque experimenta una menor presión arterial.
En una época en que en muchos países occidentales arrecian los divorcios y rupturas de pareja, los estudios médicos aportan algunas buenas razones para ‘pensárselo dos veces’ antes de dar el difícil paso de acabar definitivamente con una unión sentimental, y regresar a una nueva etapa de soltería.
Distintas investigaciones apuntan a que el matrimonio puede favorecer de distintas maneras a sus integrantes, no sólo en cuanto a mejorar su equilibrio psicológico, plenitud sexual y bienestar emocional, sino que además influye positivamente en distintas funciones orgánicas.
Las investigaciones
Sea como sea, si usted se halla felizmente casada, los científicos tienen una buena noticia para darle: dormirá y descansará mejor. Un grupo de investigadores de la Universidad de Pittsburg, en Estados Unidos, ha encontrado que las mujeres de parejas que son felices, tienen menos problemas para dormir que aquellas que no mantienen una relación estable.
Las preocupaciones económicas, el consumo de alcohol y cafeína y la constancia en las relaciones sexuales, así como los síntomas depresivos, los problemas laborales, los niños y la medicación, no parecen influir tanto como la felicidad conyugal cuando se trata de lograr las ansiadas y recomendadas ocho horas diarias de sueño.
“Las mujeres felizmente casadas se quejan menos de alteraciones en el sueño, entre las cuales se incluyen las dificultades para dormirse, los despertares durante la noche o muy temprano por la mañana y un sueño inquieto, si comparamos aquellas que gozan de una menor felicidad conyugal”, señala la profesora de Psiquiatría Wendy Troxel, que ha dirigido la investigación.
Para llegar a estas conclusiones e investigar la relación entre la felicidad matrimonial y la calidad del sueño, los investigadores de Pittsburg entrevistaron a 1.938 mujeres de entre 42 y 52 años, de siete de grandes ciudades estadounidenses.
Además, según otro estudio americano, en este caso de la Universidad Brigham Young, en Utah, las personas felizmente casadas tienen una presión arterial inferior a la que experimentan los individuos casados e infelices o que viven en soltería.
“Al parecer, el matrimonio conlleva algunos beneficios de salud exclusivos, aunque lo que más la protege es tener un matrimonio feliz”, señaló la autora del estudio, la psicóloga Julianne Holt-Lunstad, especializada en relaciones y salud.