Gustavo: “En el lapso en que mis padres estuvieron separados, me sentía solo y me refugié en amigos. Ellos me ofrecieron el vicio y yo acepté. Primero fue un cigarrillo, después conocí la marihuana a los 17 años y estuve hasta los 22.
Al principio me drogaba una vez por semana, después lo hacía prácticamente todos los días.
Iba a fiestas electrónicas, usé éxtasis, LSD, consumía grandes cantidades de alcohol. Con el LSD empecé a alucinar, eso me trajo consecuencias psicológicas. Eran como si las palabras llegaran a mi cabeza de la nada. Iba a la terraza a oscuras a drogarme, me desmayaba, y despertaba con la cabeza rota y ensangrentado.
Quedaba inconsciente de tantas cosas que usaba y tuve una sobredosis. Mi madre me pedía que dejara la droga. Un día no pude dormir, hablaba solo y pensé que iba a morir. Mi mamá se preocupó, llamó a la policía y a la ambulancia. Me llevaron esposado al hospital porque intentaba sacarme las sondas, necesitaba una solución urgente.
Me trasladaron a un Centro de Rehabilitación, querían arreglarme con pastillas mañana, tarde y noche. Para la ciencia yo tenía que seguir con psicólogos, seguía con los vicios, pero eran legales. Conocí el Tratamiento por mi mamá, tuve un alivio en el alma. La fe en Dios me dio fuerzas y nunca más me drogué. Hace más de dos años que estoy libre, no consumo. No tengo ningún problema a nivel psicológico o físico. Tampoco depresión, ahora entiendo que el vicio es una carga espiritual. Mi madre me ve bien porque sabe que el Altar le respondió y que su fe no fue en vano”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
Para más información: 11-5810-9300 – facebook.com/curadelosviciosargentina
También puede comunicarse con nosotros llamando al 5252-4070.