La familia de Pablo estaba al borde de la ruptura, atrapada en múltiples conflictos. Hasta que un día decidió tomar un nuevo rumbo. Esta es su historia:
«Teníamos peleas y discusiones, mis hijos estaban en los vicios, nos encontrábamos en la ruina y no teníamos un horizonte claro. Queríamos mostrarles a otros que estábamos bien, pero no era así.
Nuestro matrimonio era lo peor. Siempre nos amamos, eso lo tuvimos claro, pero traíamos tantos problemas y rencores del pasado que hacían que no existiera la confianza entre nosotros. Aunque había amor, también había odio, peleas y división.
Estábamos bien durante cinco minutos y dos horas mal. Varias veces mi esposa me tuvo que decir que me fuera de mi casa. No era lindo ver que me tenía que ir con el bolso y que ella estuviera llorando por situaciones que no tendrían que pasar.
Cuando había algún problema, le prometía cosas que sabía que le agradaban. Entonces, estaba todo bien durante uno o dos días y después volvía la lucha.
Así llegamos a la Iglesia Universal, gracias a la invitación de un amigo. Decidimos poner en práctica todo lo que aprendíamos, aunque nos costó. No es fácil cambiar 38 años de vida de un día para el otro. Fue un proceso muy largo, pero entendimos que, a través de la fe, íbamos a salir adelante.
Dios empezó a hacer una transformación. Nuestras actitudes cambiaron, cuando venían las peleas, les poníamos un freno. Nos dimos cuenta de que ese era el camino y no lo desaprovechamos. Era nuestra oportunidad.
En la actualidad nuestra familia está restaurada, con mi esposa estamos unidos. No solo somos pareja, sino también amigos. Podemos tener discusiones, pero duran muy poco. Es imposible volver hacia atrás. Dejamos de lado los rencores y nos perdonamos. También nos autoperdonamos porque habíamos cometido muchos errores.
Desde hace cinco años estamos muy bien, unidos y fuertes para poder seguir adelante y demostrarles a los demás que también pueden».
Ellos asisten a la Iglesia Universal ubicada en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Tres hábitos de un matrimonio feliz
•Se tratan superbién.
•Se hacen sentir importantes.
•Se preguntan: «¿Qué quiere Dios que haga en mi matrimonio?».
Estos poderosos hábitos son una pequeña muestra de lo que podés aprender en la Terapia del Amor. ¡Hay mucho más por descubrir! No dejes pasar esta oportunidad de llevar tu vida amorosa al siguiente nivel.
Participá de la Terapia del Amor, los jueves a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
Si querés saber dónde se realiza en tu localidad o provincia, comunicate con nosotros a través del S.O.S del Amor al 11 2858 4265
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