Silvia Mierzynski estaba cansada de tanto sufrimiento en su vida porque el tiempo pasaba y los problemas aumentaban. En un momento encontró trabajos de brujería en la puerta de su casa y decidió buscar ayuda en la casa de los espíritus, pero en lugar de encontrar una salida a sus problemas encontró más tormento.
“Sufría con miedo, depresión, insomnio, nerviosismo y dolor de cabeza constante porque escuchaba voces y veía sombras. No soportaba más vivir así, desesperada en dos oportunidades intenté quitarme la vida, la primera vez me paré en la vía con mis hijos esperando que pase el tren para que terminara nuestro sufrimiento y la segunda vez estaba a punto de clavarme un cuchillo cuando de repente entraron mis hijos, y me detuve”, recuerda.
Ella enfrentaba muchas dificultades en su vida matrimonial, estaban en medio de una crisis que hasta causó frialdad. “Cuando mi esposo estaba lejos, lo extrañaba, pero cuando estaba conmigo era muy celosa y lo agredía físicamente”, destaca. Su salud tampoco estaba bien a raíz de un problema en la columna que hacía que una vértebra se mantuviera abierta fuera de lugar. Los médicos le dijeron que ese problema sería de por vida y era muy difícil para Silvia imaginarse que un día llevaría una vida normal.
“Tenía dolor de piernas, en el vientre, en la cintura, llegué a tener principio de diabetes, anemia severa y principio de prolapso. En un momento ya no podía ni caminar. Además mis hijos estaban enfermos porque había un virus en sus intestinos. Todo el dinero se nos iba en remedios, llegamos a vivir en la miseria, recuerdo que no teníamos para comer y mis padres me ayudaban”.
Su madre la invitó a la Universal y ella decidió probar porque necesitaba una salida urgente. Participando de las reuniones fue curada y se liberó de todo lo que la atormentaba espiritualmente. Perseveró usando la fe y su matrimonio fue transformado y hoy disfrutan de la hermosa familia que formaron y de la estabilidad económica que alcanzaron. “En la Universal encontré la solución para mí y para mi familia”, afirma sonriendo.
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