“Hola obispo. Soy obrera hace un año. Me está gustando un chico de la escuela, pero él no es de la iglesia. Yo creo que si lucho por él, se convertirá, pero me dijeron que no sería correcto mi noviazgo con él. ¿Qué debo hacer? ¡Oriénteme, por favor!” – María
Respuesta:
Si tiene fe para luchar por él, valla en su fe. Lo que no está bien es que se ponga de novia con él ahora, mientras todavía no tiene su misma fe. Eso es jugar con fuego, María; ¡quien juega con fuego siempre se quema! La luz no puede convivir con las tinieblas. ¿Usted ya vio un lugar oscuro con luz al mismo tiempo? Es imposible. Si el Señor Jesús nos enseñó a evitar el mal, ¿por qué quiere correr hacia el mal?
(*) Retirada del blog del obispo Edir Macedo
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