Gabriel: “Conocía la Universal desde chico, pero dejé de ir. Después de eso, pasé por los momentos más difíciles de mi vida. Me volví nervioso y violento, estaba constantemente angustiado. Era un hombre solitario y sentía un gran vacío en mi interior, tenía deseos de suicidarme.
Durante esos meses, me refugié en los boliches, en los amigos y empecé a tomar alcohol. En esa época, tuve una relación que me hacía sentir bien, hasta que se terminó. Para mí fue doloroso y frustrante, me deprimí.
Llegué a estar una semana encerrado, sin salir de mi casa. No quería hacer nada, ni siquiera comer. Sentí que estaba más vacío que nunca, dentro mío, sabía que necesitaba a Dios. Hasta que se me cruzó por la cabeza que debía volver a la Universal y fui a buscar ayuda.
Participé de las reuniones de los viernes y una semana después pude liberarme de los nervios. Dejé de tener ganas de pelear, supe que me había hecho bien ir.
Aceptar a Dios me costó, era orgulloso. No dejaba que nadie me ayudara. Creía, pero no quería depender de Él, estaba acostumbrado a luchar solo. Después de todo lo que pasó, me entregué al Señor Jesús y superé todo”.
Viernes a las 8, 10, 12, 16 y principalmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea la dirección de la iglesia más cercana a su hogar.
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