“Acabe la maldad de los impíos, mas establece tú al justo, pues el Dios justo prueba los corazones y las mentes” Salmo 7:9
El Señor Dios es quien juzga y tiene poder para detener la maldad de los impíos. Pero los justos que le sirven día y noche son establecidos por Él, porque el Altísimo conoce el deseo y la intención de sus corazones.