Pensando en la Conferencia de la Cura Interior comencé a reflexionar sobre cuántas personas viven mintiendo, no con palabras, sino que no son nada de lo que las personas conocen de ellas. Yo era así, frente a todos sonreía, me mostraba fuerte, pero cuando me quedaba sola me desmoronaba…¡era débil e infeliz!
Este domingo hablamos de algo que si usted quiere de verdad, puede transformar su vida de agua en vino. Le dimos una Palabra que “resuelve”, que solo espera una actitud suya para actuar en primer lugar en su interior.
Ya experimentó lo mejor que puede suceder en su vida, ahora es momento de que usted tome su decisión. No se pierda esta oportunidad.
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