Una especie de cementerio de muñecas se convirtió – aunque esa nunca fue la intención- en un punto turístico en Xochimilco, en la Ciudad de México, capital mexicana. Cientos de fotógrafos y aventureros viajan a la Isla de las Muñecas cada año para desentrañar los misterios que rodean el lugar. Sin embargo, la sensación que los visitantes tienen es de estar en una escena de una película de terror. Algunos, incluso, afirman haber oído voces por allí y haber visto a las muñecas dar vuelta los ojos y moverse, según los relatos de los entrevistados para las emisoras de televisión mexicanas.
Según el diario británico Daily Mail, las primeras muñecas comenzaron a ser colgadas en árboles cuando el mexicano Julian Barrera (foto de abajo) encontró el cuerpo de una niña y su muñeca flotando en uno de los canales que pasan por la isla. Como señal de respeto, él colgó el juguete de la niña en un árbol. Después de eso, él comenzó a oír pasos, susurros y lamentos angustiados de una mujer en la oscuridad. Impresionado por el miedo, Barrera pasó a “ofrecerles regalos” a los espíritus, colgando muñecas en las ramas todas las noches, lo que terminó siendo una rutina por más de 50 años.
Poco tiempo antes del acontecimiento, Barrera había dejado a la familia para vivir aislado en el bosque cercano al lugar. Según el sitio oficial de la Isla de las Muñecas, Barrera se culpaba por no haber logrado salvar la vida de la niña.
Hoy son miles de muñecas en el bosque, muchas decapitadas y mutiladas, que fueron colocadas por turistas y habitantes del lugar. La humedad y la vegetación hacen que los juguetes parezcan pequeños “monstruos”.
Muerte misteriosa
El intento desesperado por “serenar” a los espíritus siguió hasta el 2001, cuando Barrera fue encontrado muerto en el mismo canal que en el que encontró la muñeca flotando. El motivo de su muerte es el misterio en la isla. Inclusive, 14 años después, los visitantes dicen que escuchan susurros durante la noche y sienten los ojos de las muñecas siguiéndolos entre los árboles.
Hay quienes dicen que la historia no es más que una leyenda inventada por Barrera, luego de años de aislamiento en bosque. La familia alega que él siempre creyó que en la isla estaba el espíritu de la niña. Sin embargo, las personas cercanas a él afirman que fue “movido por una fuerza invisible que lo cambió completamente”.
¿Y usted, qué cree? ¿Sería tan solo el fruto de la imaginación de ese hombre lo que lo motivó a crear la Isla de las Muñecas? ¿O estaría siendo atormentado por espíritus malignos?
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