Esta semana los profesores Renato y Cristiane Cardoso responden las dudas de dos alumnas. Una de ellas es Lucia que hace 20 años no logra tener relaciones con el marido. ¿Cómo puede cambiar esa situación? Por otro lado, la alumna Rosilene está pasando por problemas con el marido. Su hermana dijo que él se le insinuó y ahora ella no sabe si lo perdona o se separa. ¿Qué deben hacer? Vea las respuestas a continuación:
Lucia – Estoy casada hace 20 años y en todo ese tiempo nunca dormí con mi marido. Por eso, pienso que no le gusto. Peleamos mucho, nos quedamos semanas sin mirarnos ni conversar, y todo esto me pone muy triste. Si ustedes pudieran darme un consejo para que pueda cambiar esta situación, se lo agradecería. Me encanta su programa.
Renato – ¿Hace 20 años que ustedes no duermen juntos? Entonces ustedes no están casados. Para que un matrimonio sea consumado tiene que estar el acto conyugal.
Cristiane – Usted necesita más que un consejo, Lucia. Usted ha aceptado eso. Muchas veces, las personas tienen la vida que aceptan. Hace 20 años que usted vive eso y no sé por qué.
Tal vez usted cree que cuando hay un problema en el matrimonio la pareja tiene que solucionarlo por cuenta propia. Esa actitud, al principio, está bien, nosotros incluso enseñamos eso en nuestras conferencias. Pero el problema es cuando no logran resolverlo y la situación sigue de la misma forma por mucho tiempo.
Usted va a tener que buscar ayuda, no puede quedarse en la misma situación y creer que un día algo cambiará. Lo que me imagino es que usted, Lucia, decidió que sería una esposa sin vida sexual con su marido y se acomodó.
Renato – No sé cuáles son las razones para que ustedes no duerman juntos desde hace 20 años, pero sea lo que sea, usted necesita decidir qué hacer. ¿Usted está feliz con esa vida y quiere continuar así? En el caso afirmativo, continúe haciendo lo que siempre hace. Pero creo que usted quiere un cambio y por eso nos escribió. Si quiere cambiar, entonces tendrá que forzar ese cambio. No hay manera de que ustedes continúen así y que la situación mejore, a no ser que uno de los dos tome la actitud de dar un ultimátum en la relación.
Cuando hablo de forzar, no quiero decir usar la fuerza del brazo, sino de colocar una condición para que esa relación continúe (si es que podemos llamarla así). No es que usted sea “correctita”, usted también tiene sus errores, pero, está dispuesta a trabajar en esa relación, dígale a su marido lo que desea hacer para salvarlo.
También pregúntele si él está dispuesto a hacer su parte. Dígale que si él no estuviera dispuesto y no hace su parte, para usted se terminó. Si los dos están de acuerdo, comiencen a trabajar en eso. Yo imagino que ustedes necesitan mucha ayuda, porque por 20 años no lograron solucionar el problema. Estamos dispuestos a ayudarla, usted es bienvenida a participar de la “Terapia del Amor”, los jueves, en su ciudad.
Rosilene – Tengo 21 años, estoy casada hace casi cinco y tengo una hija de 3 años. Mi hermana dijo que mi esposo se le insinuó, pero él me juró que no hizo eso, incluso enfrente de ella. Yo tuve una conversación con mi hermana y ella dijo que él se le insinuó. ¿Qué hago delante de esa situación: me separo o lo perdono? Estoy muy angustiada con todo eso.
Renato – Parece que al preguntar si se debe separar o debe perdonar, le cree más a la hermana y que él realmente pudo haber hecho eso.
Cristiane – Yo también creería más en mi hermana, porque no tiene sentido que ella haga una acusación de esa, solo si tuviese mal carácter. Es, incluso, humillante para una mujer decirle a la otra que el marido se le insinuó. Usted no haría eso si ella fuese su amiga, imagínese siendo una hermana. Solo una loca inventaría una cosa de esas para perjudicar el matrimonio de la hermana. Sí su marido, además de haber hecho eso, no reconoce lo que hizo, es porque la situación es realmente seria. Él podría por lo menos confesar, admitir el error.
Renato – Él puede estar avergonzado por lo que hizo, asustado porque su hermana le contó la verdad (tal vez él esperaba que ella cediese a su seducción) y tiene miedo de las consecuencias de ese hecho, que sería perder el matrimonio. Yo creo que usted tiene que pesar la situación: usted está casada hace cinco años y tiene una hija. Delante de lo que nos presentó, mi consejo es que usted piense cuál es su objetivo delante de toda esta situación. Yo creo que usted quiere celar por la relación que tiene con su hermana y no desea perder a su marido y, si él realmente lo hizo, quiere que él cambie.
Concientícelo de que él podría perderla si él nuevamente le diera motivos para que haya desconfianza. Si ese es el objetivo, aproveche la situación y colóquelo contra la pared. Usted no tiene pruebas de lo que sucedió. Es la palabra de él contra la palabra de ella, pero si eso se confirma un día, si él le falta el respeto con su hermana o cualquier otra mujer, dígale que será el fin del matrimonio. Mientras tanto, si ustedes quieren salvar la relación, vean en qué están fallando, si algo está faltando, trabajen por la relación, pero déjele en claro que usted no aceptará una traición. Usted necesita aprovechar el susto y ver cómo será la reacción de él: si él está preocupado en salvar el matrimonio, tomará esa oportunidad; si fuera sin vergüenza, agradecerá por haberlo dejado pasar, pero volverá a hacer eso más adelante y si eso sucede, usted ya sabe qué actitud tomar.
Cristiane – Yo le sugiero, Rosilene, que luche espiritualmente por su marido, porque él presentó una falla de carácter y, hasta que él se vuelva un nuevo hombre, usted siempre tendrá desconfianza. Ese cambio es posible, muchos no creen que las personas puedan cambiar, creen que si alguien tiene mal carácter será así para siempre. Pero nosotros no estamos de acuerdo con eso, porque conocemos muchas personas que cambiaron, pero solo por medio de la fe. Yo nunca vi a nadie lograr eso por sí mismo, solamente por decidir ser diferente. Ya vi intentar, pero no lo logran porque eso forma parte de la naturaleza de ellas. Pero la fe va más allá de la naturaleza.
No se puede soportar una falla de carácter en la relación, porque usted no puede esperar mucho de una persona así, no puede esperar fidelidad, justicia, porque ella es capaz de cualquier cosa. Pídale a Dios que transforme el corazón y el carácter de su marido y el día que él cambie hasta quizás confiese ese error. Es posible un cambio en la vida de él, pero usted tendrá que luchar, por medio de la fe. No será dando sermones, sacando en cara las cosas o con indirectas. Eso no ayudará.
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