Cuando los problemas comienzan a llegar uno tras otro, muchas personas no saben qué hacer, adónde ir a buscar ayuda ni cómo revertir esa situación. La fe es una herramienta indispensable para generar los cambios necesarios en los momentos difíciles. Miriam, como tantos otros, encontró lo que necesitaba en la Universal.
Ella llegó a la iglesia con su salud seriamente afectada, padecía trastornos espirituales, su matrimonio estaba en crisis y en lo económico se encontraba trabada. Tenía tres nódulos en los senos y sufría debido a las migrañas y a la endometriosis. A esto se le sumaba el insomnio, la depresión y los ataques de pánico. Su matrimonio estaba al borde de la separación por las peleas y los vicios y su hijo se encontraba perdido en el alcohol y la noche.
Para empeorar aún más su situación, había perdido un negocio y estaba con una deuda que superaba los $20.000. Parecía que no había una salida posible, sin embargo, una invitación para participar de las reuniones de la Universal fue una luz de esperanza en medio de tanta oscuridad.
Ella comenzó a usar su fe y poco a poco su vida fue cambiando. “Al participar de las reuniones encontré la solución a mis problemas de salud, fui sanada de la endometriosis y de los nódulos. Hasta la migraña desapareció”, dice Miriam.
Ella fue libre de los tormentos espirituales, su matrimonio fue restaurado y su hijo salió de los vicios. Además logró pagar la deuda que tenía y conquistó un centro de estética y un auto 0 km. Los tres están en la presencia de Dios, unidos y felices. Ellos ahora disfrutan esta nueva vida que alcanzaron a través de la fe.
Ellos concurren a la Universal de Salta ubicada en Pellegrini 320
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