Antes de conocer la Universal, Blanca Ruiz define su vida como “un infierno”. “Si bien desde muy chica mi vida estuvo llena de sufrimiento, pensaba que cuando me casara iba a tener la oportunidad de escribir una vida diferente, pero no fue así”, relata.
Blanca peleaba mucho con mi marido, al punto de agredirse físicamente, y la depresión, los vicios y los problemas económicos eran moneda corriente en la familia.
“Al nacer mis hijos pensé que iba a poder darles el amor que había deseado recibir de mis padres, pero terminé descargando mis frustraciones en ellos, incluso intenté matar a mi hija en un ataque de nervios.
Para colmo, yo tenía también problemas espirituales. Sentía miedo, ganas de morirme, veía sombras y por la noche no podía dormir. Eso me provocó problemas de salud, estuve 15 días sin comer porque mi estómago no podía recibir alimentos, y los médicos no me daban un diagnóstico certero”, recuerda esta mujer que conoció la Universal a través de un familiar, que viendo su situación, decidió invitarla a participar de las reuniones.
“Al concurrir y poner en práctica lo que me enseñaban, recuperé mi salud, perdí los miedos y las peleas en casa desaparecieron. En lo económico, todo cambió. Donde no alcanzaba el dinero, ya empezaba a sobrar. Pudimos mudarnos de un barrio muy carenciado donde vivíamos al centro de Lanús, donde conquistamos una casa de la cual somos propietarios. Nuestra calidad de vida cambió completamente, comemos donde y lo que queremos, nos vestimos con las mejores prendas, tenemos nuestro auto de alta gama e incluso recientemente viajamos todos juntos a Europa. Nuestros sueños poco a poco fueron haciéndose realidad, somos felices gracias a Dios”, finaliza Blanca.
La sede de la Universal de Lanús está ubicada en la Av. Hipólito Irigoyen 4310 y cuenta con capacidad para 640 personas.
Las reuniones se realizan de lunes a viernes a las 8, 10, 16 y a las 20, mientras que los sábados tienen lugar a las 9, 15 y 19. Finalmente, los domingos, se puede participar de los encuentros de fe a las 7, 9.30, 5 y 18.
Para pedir asistencia espiritual, el teléfono es 4240-3425.
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