La Iglesia Universal del Reino de Dios no interfiere en las elecciones y decisiones de sus miembros. Sin embargo, hay que analizar que un matrimonio exitoso tiene lugar cuando, más allá del amor, ambos comparten el mismo objetivo de vida y, principalmente, la misma fe.
Imagine cómo sería un domingo por la mañana, el matrimonio sale de la casa y va para la iglesia y, en lugar de buscar juntos la Presencia de Dios, cada uno se va por su lado. Piense también en el caso de una discusión sobre temas doctrinarios: la esposa aprendió que no puede usar maquillaje o cortarse el cabello, mientras que el marido quiere que ella esté bien arreglada. O mientras el hombre entiende que la enfermedad, la miseria y problemas son pruebas de Dios, la mujer, frecuentadora de la Universal, no acepta los males porque sabe que son frutos de fuerzas malignas. Resumiendo: uno cree que debe “esperar en Dios”, y el otro aprende que “tiene que tomar una actitud”. Frente a los ejemplos citados, ¿cómo soportar ese gran conflicto?
La Biblia es muy clara sobre este asunto cuando dice:
“¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo?” Amós 3:3
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