¡El Espíritu Santo removió toda la levadura de quienes fueron sinceros hoy, en el Templo de los Milagros!
Y ungirás a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes. Éxodo 30:30
Cuando Dios nos bautiza con Su Espíritu y somos ungidos por Él, es para que Lo sirvamos y para que lo Sobrenatural ocurra en nosotros.
Y Él les encargaba diciendo: ¡Tened cuidado! Guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes. Marcos 8:15
Podemos hacer lo que queramos, pero de Dios nadie se puede burlar, ya que todos daremos cuentas; aquello que sembramos, cosecharemos.
No nos tenemos que preocupar por lo que opinen los demás, sino por lo que piense Dios; de lo contrario, tendremos que vivir mostrando algo que no somos.
Los niños tienen simplicidad y un corazón puro y transparente; nosotros, los adultos, tenemos que ser como ello.
¿Qué es lo que combate la levadura de la vanidad y la religiosidad?
• Verdad
• Sacrificio
• Perseverancia
• Humildad
• Confianza
• Obediencia
• Gratitud
Si no tenemos alguna de esas cosas, las levaduras van a entrar, y eso significará nuestra caída en una pobreza espiritual.
Guardaréis también la fiesta de los panes sin levadura, porque en ese mismo día saqué yo vuestros ejércitos de la tierra de Egipto; por tanto guardaréis este día por todas vuestras generaciones como ordenanza perpetua. Éxodo 12:17
Dios nos acepta tal como somos, sin levaduras (apariencias) por encima; si las dejamos entrar, nos vamos a terminar alejando de Él.
Cuanto más grande sea la humillación que nos toque, más grande va a ser la bendición y la exaltación.
Cuando obedecemos incondicionalmente, demostramos que estamos creyendo en Dios y en Su voluntad que es Buena, Agradable y Perfecta.
Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. 1 Corintios 5:7
Si detectamos levaduras en nosotros, no nos tenemos que volver enemigos de la fe, sino que simplemente las tenemos que quitar, por más difícil que sea.
Somos seres humanos y todos cometemos errores; somos fáciles de condenar, pero difíciles de reconocer y admitir.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; 2 y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. Efesios 5:1-2
Como sus hijos amados, Jesús espera que lo llamemos de padre, lo valoremos y lo admiremos.
Cuando hacemos las cosas con fe y con amor, nos rodeará una fragancia espiritual.
Jesús tiene la última palabra y Él nos dará todo lo que los demás (políticos, patrones, familiares, etc.) no pueden hacer.