“Buenas noches:
Mi nombre es Camila. Llegué a la iglesia siendo muy joven. A los 14 años, comencé a participar de la Fuerza Joven, fui involucrándome con el trabajo y llegué a estar a cargo de un grupo. Evangelizaba, no faltaba a ninguna reunión, me sentía bien haciendo la obra de Dios. Solo que, después, comencé a prestar atención al chusmerío que había en medio del grupo. Entonces hubo eventos en los que ya no participaba más, las jóvenes que yo había ayudado en el comienzo fueron bendecidas por Dios y yo fui decayendo, me fui debilitando (…) Yo no me aparté de la iglesia, continué, pero no estaba progresando, no tuve mi encuentro con Dios todavía (…) Quiero conocer a Dios. A veces, vienen pensamientos de que no voy a lograrlo. Incluso pensé que había puesto a mi noviazgo en primer lugar, pero lo analicé y no lo hice, hoy estoy vacía y triste, ¡por favor, ayúdeme!” – Amiga.
Respuesta:
Hola Camila. Querida, su problema fue dejarse llevar por situaciones (intrascendentes) que sucedían a su alrededor. Fue así que sucedió con Pedro, pues cuando él vio al Señor Jesús andando sobre las aguas, Le preguntó si podía ir hacia Él y, por estar mirando fijamente a Jesús, logró hacer algo imposible, “humanamente hablando”, anduvo sobre las aguas. Pero en el momento en que se distrajo y miró a los costados, se asustó de las olas y se hundió. ¿No fue eso lo que te sucedió?
Aunque en ese momento no tuvieses un encuentro con Dios, si hubieras permanecido enfocada en Él, en cómo agradarlo, el encuentro se habría producido. Pues a Él le agrada la sinceridad y la pureza de nuestro corazón.
Ahora bien, no sirve de nada quedarse mirando hacia atrás, y tampoco dejar que el diablo mine tu mente, pues él lanza malos pensamientos en la mente de cualquiera, lo que no puede suceder es aceptarlos. Si quieres, ahora mismo puedes entregarte a Dios, basta una oración sincera y una entrega total. Y no esperes sentir nada, pero cree, pues Él es el más interesado en cambiar tu vida.
¡Permanece en la fe!
Valéria Cristina
(*) Valéria Cristina es esposa de pastor y actualmente trabaja en el estado de Mato Grosso do Sul, Brasil. Respuesta retirada del blog de Cristiane Cardoso.