Para muchos, las dificultades en el matrimonio pueden llegar a ser tan complicadas que la separación pareciera ser la única salida. Ese fue el caso de Adelina quien, a continuación, cuenta cómo vivió esa etapa de su vida:
“Teníamos demasiadas peleas. A mi esposo le gustaba beber alcohol, los viernes se iba a bailar después del trabajo y no regresaba hasta el lunes. Además, era muy celoso. Todo lo quería solucionar a golpes. Llegaba a mi casa y me pegaba. Quería que le preparara la comida, pero no me daba dinero. Le gustaba compartir todo con sus amigos, pero no se preocupaba por la familia. No le importaba si comíamos o no.
Estábamos por separarnos, hasta mis hijos me decían que lo hiciera porque, delante de ellos, me maltrataba, me decía que no servía como mujer, que era una basura, que había mujeres mejores que yo.
El día que estábamos por separarnos, conocimos la Terapia del Amor. Decidimos que, después de la reunión, cada uno seguiría su camino. Ese día, justo el pastor habló de manera especial sobre el matrimonio y las consecuencias que trae la separación, no solo para la pareja, sino para toda la familia. El secreto estaba en recurrir a Dios para cambiar la situación.
Esas palabras nos llegaron profundamente. Nos miramos y lloramos. Dijimos: ‘No vamos a separarnos, vamos a salir adelante’. Entre lágrimas, nos abrazamos y decidimos volver juntos a casa.
Cuando llegamos, ante la mirada sorprendida de nuestros hijos, les expliqué: ‘Escuchamos la Palabra de Dios. Decidimos que vamos a ser una familia unida y feliz. Tantas personas han podido superar los conflictos matrimoniales, nosotros también lo haremos’.
Desde ese momento comenzamos a usar la fe y a luchar para escribir una nueva historia. Perseverando, lo primero que recibimos fue el Espíritu Santo y, así, nuestro matrimonio cambió. Mi esposo se transformó en el mejor padre para sus hijos. Él los acompaña a todos lados. Ya no están en primer lugar los amigos y la bebida, como antes. Ahora, lo principal es la familia.
Hoy, mi matrimonio está restaurado. Siempre les cuento a otras personas mi testimonio para que puedan tomar buenas decisiones y vean que también pueden cambiar sus vidas, así como la nuestra cambió”.
Ellos asisten a la Iglesia Universal ubicada en Av. Manuel Belgrano 306, Avellaneda, Bs. As.
Participá de la Terapia del Amor, los jueves a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
Si querés saber dónde se realiza en tu localidad o provincia, comunicate con nosotros a través del S.O.S del Amor al 11 2858 4265
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