La india Man Kaur acaba de recibir la 17° medalla de oro de su carrera en atletismo. La conquista se produjo en Auckland, la mayor ciudad de Nueva Zelanda, durante la competencia de 100 metros libres. Kaur corrió la distancia en 1 minuto y 14 segundos, 64 segundos más que el plusmarquista jamaicano Usain Bolt.
Llevar una medalla de oro a casa sería motivo de orgullo para cualquier competidor, pero para Kaur es aún más especial, porque tiene 101 años. La victoria fue conquistada durante el World Master Games, una especie de Olimpiada para quien tiene más de 35 años. En este torneo, los competidores se dividen por edad y deporte.
Inicio tardío
Man Kaur nunca había disputado ningún deporte hasta los 93 años de edad. En esa época, su hijo, Gurdev Singh, le aconsejó que practique atletismo como medio para mejorar su salud cardíaca. La actividad física le hizo tan bien que, 8 años después, la llaman “El milagro de Chandigarh” (ciudad en la que nació).
Es verdad que, en la reciente medalla conquistada Man Kaur no tuvo adversarios. La india corrió solo contra sí misma, pero terminar la prueba fue la demostración de la excelente salud de la mujer con más de un siglo de vida.
“Ganar la hace feliz. A ella le gusta volver a India y mostrar las medallas que ganó”, reveló Singh a la prensa.
“Mientras haya vida, voy a continuar corriendo. No voy a parar”, afirma Kaur.
Todos pueden
Más que la buena condición física de Man Kaur, las 17 medallas conquistadas comprueban que cuando alguien cree y se dedica a alcanzar un objetivo, ese alguien tiene éxito. Aunque las personas digan que es imposible, o que la propia persona piense que la meta es inalcanzable, ella puede hacerlo. Basta con tener fe.
Es lo que la Biblia enseña en Lucas 18:27, al reproducir las siguientes palabras del Señor Jesús: “Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.”
Eso significa que creer es la herramienta necesaria para superar cualquier obstáculo. Teniendo fe, la persona luchará hasta vencer las barreras.
“En nuestra vida, en nuestro día a día, funciona exactamente así”, afirma el obispo Edson Costa. De acuerdo con él, cuando la persona da todo de sí, Dios crea situaciones extraordinarias para que llegue a sus manos lo que sola no lograría adquirir.
Las conquistas de Kaur, por ejemplo, son extraordinarias y no hubiesen sucedido si no creyera y se dedicara al 100%.
“¿Qué es dar todo de sí? Es que usted no lo haga solo por hacer. Si le dan una misión, abrácela y dé todo de sí. Ya sea como empleado, como jefe de equipo, como patrón, como padre, como madre, como hijo, como instructor. Sea con lo que fuere”, explica el obispo Edson. “Aprenda este principio y aplíquelo en su vida, en su economía, en su matrimonio.”
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