Aun hay chances de encontrar un compañero
Solteras, viudas o divorciadas. No importa la situación amorosa actual de la mujer, sino lo que aun puede conquistar, independientemente de la edad. Algunas se quedan sin saber cómo tener un compañero, se van de un matrimonio o quedan viudas. Pero existen maneras de encontrar otra persona, aun después de estar más madura.
Para eso, la psicóloga Kátia Lopis explica que es preciso que busque convivir en grupos de amigos. “Ellas deben estar entre personas conocidas, que puedan acompañarla en ambientes diferentes. No tienen que salir a la caza, pero si dejar que suceda, teniendo buen criterio para no ser vulgar.”
Kátia aclara que, para que la mujer no caiga en la vulgaridad, es necesario dejar que la cercanía con la otra persona suceda de manera natural. “Por eso, es importante estar más cerca a las personas, pero sin forzar una situación de intimidad. Si ella tuviera amor propio, no se mostrará como un objeto, sino que dejará claras sus voluntades, colocando sus límites.”
Y para que la mujer no sea interpretada de forma equivocada, es necesario que ella evalúe cómo quiere ser vista por las demás personas y por la sociedad. “Debe ir a un ambiente propicio a su edad y comportarse de manera adecuada, para que no decepcionarse, no sufrir prejuicios y para que no sea prejuiciosa.”
Dejando el pasado atrás
Mujeres que ya estuvieron casadas, inclusive, las más experimentadas, ya vivieron momentos que las marcaron y esto puede influir en el presente y en el futuro. “Los acontecimientos anteriores pueden ser beneficiosos cuando es posible evaluar hasta cuando todo fue positivo, que funcionó y que será bueno si se repitiera en el futuro. Pero son nocivos como ejemplo de lo que no se quiere vivir nuevamente.”
Como el futuro llega para todo el mundo, el momento de presentar el nuevo compañero a los hijos también llega. “La mujer debe exponer sus sentimientos de manera razonable, mostrándolo no solo como necesidad física, sino como compañero para compartir la vida. Sin embargo, es importante que ella no imponga la aceptación de los hijos, dejando que la persona conquiste su espacio, que se muestre como es, lo que dará lugar a crear lazos afectivos reales”, finaliza Roseleide.