El romanticismo está más presente en el mundo femenino que en el masculino
Recibir flores, sorpresas, regalos o apenas un cariño y atención especial son deseos generalmente de las mujeres. Claro que no podemos generalizar, porque hay algunas a las que no les gusta, pero la mayoría siempre espera que una canción toque de fondo al abrazar al “príncipe encantado”.
La psicóloga Izabel Santa Clara explica los motivos que llevan a las mujeres a ser más románticas que los hombres. “Ellas nacen y crecen escuchando historias de príncipes encantados, de un hombre montado en un caballo blanco que la liberará de su prisión (a veces una prisión interna). Entonces, esa característica es un padrón funcional femenino, la mayoría de las veces. Sin embargo, eso no es una regla.”
La propia palabra “romántico” quiere decir fantasioso, ficticio, imaginario; característica de las escenas amorosas o románticas. No es casualidad que la mujer sueña con encontrar a su par ideal y que tendrá una relación maravillosa, en todos los aspectos. “No obstante, lo que vemos son muchas mujeres frustradas y desanimadas al descubrir que aquel príncipe que tanto esperaban, en realidad, es un sapo disfrazado.”
Cuando la mujer romántica encuentra una persona que no condice con sus ambiciones, busca sin límites una manera de traerlo a su realidad romántica. “Y cuando eso no sucede, vive la fantasía de que ella y su amor por él, serán capaces de transformarlo en el romance de sus cuentos infantiles”, aclara Izabel.
Es por eso que la mujer debe saber equilibrar lo que el hombre puede dar y su carencia de romanticismo. “Primero, ella debe diferenciar un hombre romántico de un hombre cariñoso, que no son lo mismo. El hombre puede ser afectuoso y tierno, pero no ser romántico; él puede tratarla con cariño y ella continuar esperando actitudes románticas, basadas en aquel ideal que ella también tiene.”
El romanticismo no se aprende
Se engaña quien piensa que puede enseñarle al otro a ser más romántico. Eso es una característica de cada individuo. “Cuando nos enamoramos, tenemos la tendencia de demonstrar el cariño de forma más explícita. Con el pasar del tiempo, cuando la persona ya está conquistada, hasta de una manera inconsciente, tendemos a dejar de lado ciertas actitudes que dan una connotación de romanticismo. Cabe al matrimonio hablar sobre sus necesidades y, principalmente, lo que cada uno puede corresponder de lo que el otro espera”, apunta a psicóloga.
Y corresponder lo que el otro espera no es tarea fácil. No existe una bola de cristal, sino un buen diálogo para dejar todo claro. “Cabe al matrimonio hablar sobre las expectativas que cada uno tiene con su par y lo que puede ser dado en realidad, después de todo, nadie permanece eternamente de forma romántica y feliz, con todo perfecto y maravilloso. Eso únicamente, en los cuentos de hadas”, finaliza Izabel.