Así como miles de mujeres en todo el mundo, las iraníes, con mucha lucha, vienen conquistando espacio en la sociedad. Pero si los avances son comunes en las mujeres, los males también lo son – y el abuso es uno de ellos.
La conductora Sheena Shirani, de Press TV – un canal estatal de noticias en inglés -, rompió un tabú al denunciar el acoso sexual que sufrió durante mucho tiempo de dos de sus jefes. La dirección del canal, en una actitud inédita, despidió a los dos empleados mencionados, mientras se realizaban las investigaciones.
La denuncia de la conductora está motivando a más mujeres a romper el silencio en el país. “En una sociedad como la iraní, si usted fuere débil y no tiene vínculos con poderosos, usted está solo. Yo sabía que nadie me veía como una profesional, me veían solo como un objeto sexual”, dijo Sheena en una entrevista a una radio. A pesar de todas esas dificultades, ella no se intimidó y demostró que callarse no es la solución de ninguna clase de abuso. Al mantener el silencio, las consecuencias del abuso ganan poder en la vida de la víctima.
No se calle
Incluso con leyes que amparan a las víctimas del acoso, la barrera más grande sigue siendo el silencio de estas personas. El silencio no solo con respecto a los abusadores, sino también a los dolores que ese mal les causó. Muchas son fuertes en su exterior, lograron vencer en sus carreras, pero en su interior cargan una herida que parece imposible de ser curada, por pensar que nadie las comprendería, o peor aún, muchas se culpan por haber sido abusadas.
Cristiane Cardoso, creadora del proyecto Rahab – que tiene el objetivo de ayudar a mujeres que sufren cualquier tipo de violencia, explica que quien sufre cualquier clase de abuso debe reaccionar y no permitir quedarse en el papel de víctima. “La víctima siempre pierde. El secreto es reaccionar, y no guardar todo el maltrato que recibe; por el contrario, tiene que levantarse y luchar de una manera constructiva. Ya que le hicieron mal y ese mal quiere destruir el resto de su vida, llegó el momento de decir basta, de ponerle un fin, de reaccionar y demostrar que su vida no depende de lo que le sucedió.”
Pensando en esta reacción es que el proyecto Rahab trabaja incansablemente en favor de estas mujeres, brindando no solo orientaciones jurídicas, sino, sobre todo, apoyo emocional y espiritual para que superen todo tipo de traumas que el abuso haya ocasionado.
El segundo domingo de cada mes, se realiza la reunión del proyecto Rahab. Si usted se encuentra en una situación como las citadas anteriormente y necesita ayuda, obtenga más información ingresando al Facebook del proyecto Rahab: https://www.facebook.com/proyectorahabargentina y participe.
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