Un llamado urgente a vivir con integridad absoluta
“Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en Mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar”. Marcos 9:42
Los escándalos:
- No sorprende que vengan de alguien que no conoce la Verdad, pero sí de quienes deberían ser ejemplo y no lo son: Obreros, Colaboradores e integrantes del CPO, que ya recibieron la Palabra y, sin embargo, se dejan usar por el mal, convirtiéndose en tropiezo para los que son niños en la fe.
- Cuando el Señor advierte que es mejor arrojarse al mar con una piedra de molino antes que escandalizar a un “pequeñito”, nos recuerda cuán serio es el impacto de nuestras acciones sobre quienes recién aprenden a seguirlo. Ninguna excusa justifica hacer tropezar a un hermano, especialmente cuando hemos recibido la Verdad y fuimos llamados a guiar con el ejemplo de un hijo y siervo fiel.
“Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la Vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga”. Marcos 9:43-44
● TU MANO
Como siervos de Dios, debemos reflexionar:
- ¿Cómo hacemos lo que nos fue encomendado?
- ¿Qué hacemos cuando nadie nos ve?
- ¿Con qué intención lo hacemos?
- ¿Para quién lo hacemos?
- ¿Lo hacemos con fe, compasión y temor?
- Nuestras manos en acción reflejan lo que hay en nuestro interior.
- El Señor Jesús no habla de una mutilación literal, sino de cortar aquello que afea nuestro servicio: motivaciones egoístas, celo mal dirigido o tibieza que convierte la obra en rutina vacía.
- Al purificar nuestras intenciones, redescubrimos el gozo de servir al Señor con fe, gratitud y reverencia, sabiendo que cada gesto revela lo que hay en nuestro corazón.
“Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la Vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga”. Marcos 9:45-46
● TU PIE
Debemos reflexionar en nuestros caminos:
- ¿Cómo ando?
- ¿Por dónde ando?
- ¿Con quién ando?
- ¿Hacia dónde voy?
- Nuestros pies nos llevan a donde decidimos caminar.
- No basta conocer el camino correcto, hay que recorrerlo con valentía. Cada paso revela hacia dónde vamos: ¿nos acercamos a las distracciones del mundo o a los Tesoros Celestiales?
- Apartarse de las sendas sombrías puede ser duro, pero esa renuncia abre paso a la vida plena que Jesús Promete.
“Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al Reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga”. Marcos 9:47-48
● TU OJO
Cuidemos nuestra mirada y reflexionemos:
- ¿Hacia dónde miramos?
- ¿Cómo miramos?
- ¿A quién miramos?
- ¿Qué miramos?
- Los ojos son las ventanas del alma. Avanzamos hacia lo que contemplamos.
- Si nuestros ojos están puestos en Jesús, también lo estarán nuestros pasos y acciones.
- No se trata de mirar pasivamente: caminamos hacia lo que creemos, esperamos y Él nos muestra.
- Si nuestros ojos buscan la vanidad del mundo, el corazón se llena de ansiedades; si descansan en la Gloria de Jesucristo, nuestras obras reflejarán Su Semejanza.
- En un mundo saturado de imágenes superficiales, violentas y egoístas, cuidar la pureza de la mirada es proteger la ventana por la cual la Luz de la Palabra entra en nuestro espíritu y Alumbra el alma.
- Si miramos al Cielo, caminamos con esperanza; si miramos a Jesús, obedecemos con gozo, servimos con honra y gratitud.
El gusano que no muere y el fuego que no se apaga
Jesús repite tres veces esta advertencia: “… donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga”.
- Lo hace para que quede claro que después de esta vida tendremos otro cuerpo, con sentidos, que experimentará el tormento eterno si no cuidamos nuestra alma.
- El gusano que no muere simboliza la corrupción que nunca termina.
- El fuego que no se apaga señala un dolor intenso: el tormento de recordar las oportunidades despreciadas.
- Jesús no busca infundir miedo sin esperanza, sino despertar conciencia de la seriedad del juicio eterno y de la Misericordia que todavía podemos abrazar.
Llamado final
Que esta palabra penetre en lo más profundo de cada uno: nuestras manos, pies y ojos son Vistos por Dios, Quien los creó como instrumentos de adoración, servicio o tropiezo. Hoy tenemos la oportunidad de purificarlos y decidir caminar en obediencia y gratitud.
Miremos con fe a Jesús, avancemos con firmeza por el camino que Él nos traza y sirvamos con un corazón transparente. Así, cuando llegue el día de rendir cuentas, podremos testificar con Gozo inefable que verdaderamente “fuimos hacia donde miramos”.
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas
