William Maillins, un niño de 9 años de edad, graduado de la escuela secundaria Community College of Allegheny County, una facultad comunitaria en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos, tiene un objetivo singular: estudiar física, convertirse en astrofísico y probar que Dios existe.
Él quiere mostrar que las teorías del físico alemán Albert Einstein, fallecido en 1955, y del inglés Stephen Hawking, de 74 años, que dicen que Dios no es el creador del universo, no son correctas. Solamente una fuerza externa sería capaz de tal fenómeno.
La familia de William revela que el niño siempre se destacó por su inteligencia y rapidez para adquirir conocimientos por su cuenta. A los 2 años, hacia cuentas de multiplicar, leía y escribía. A los 4 años, aprendía griego y, a los 5, ya sabía geometría.
Encuentro con Dios
Para su edad, William tiene una inteligencia más allá de lo natural. Mientras que muchos niños todavía están jugando con autitos y no saben todavía que desean cursar para terminar la secundaria, él está más allá.
Pero, ¿su principal objetivo será coherente? ¿es necesario saber sobre física para creer en la existencia del Altísimo?
El obispo Sergio Corrêa explica, en un post en el blog oficial del obispo Edir Macedo, que una de las cosas que las personas necesitan es concientizarse de que, entre todas las necesidades que llevamos a los pies de Jesús, como bendiciones financieras, familiares, sentimentales o profesionales- consideradas fundamentales para vivir bien en este mundo-, la que más Dios espera es que necesitemos Su presencia en nuestra vida.
En el libro “El Pan Nuestro para 365 días”, el autor, el obispo Edir Macedo, explica que muchos esperan oír la voz de Dios audiblemente, con los oídos humanos. “Eso no es estar en espíritu. La voz humana se escucha con oídos físicos. La voz Divina es espiritual y se escucha con oídos espirituales. Del Espíritu de Dios al espíritu humano”, enseña.
Por eso, sepa: no es necesario probar la existencia de Dios, es necesario creer.
Si usted necesita creer, participe de una reunión en la Universal y entienda cómo es posible que un Dios que no vemos con nuestros ojos ni oímos con nuestros oídos humanos exista. Porque Él existe, y es capaz de transformar su vida.
Ingrese aquí, y encuentre la dirección de una iglesia más cercana a su casa.
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