¿Usted ya se detuvo a pensar hasta qué punto la tecnología revolucionó su vida, ha interferido en sus hábitos diarios y en su capacidad de razonar?
Lamentablemente, muchos han vivido exactamente así: no piensan más, no hacen ninguna pausa, han actuado mecánicamente, y, por eso la vida también parece seguir en modo automático, o sea, parece que se lleva de cualquier manera, sin metas ni objetos.
Si usted llegó a este punto, tenga cuidado. Ciertamente, nada diferente sucederá, usted vivirá de cualquier manera, aceptará lo que se le impone y peor aún, no saldrá del lugar. ¿Hay algo peor que eso?
El escritor J. Edington destaca este tema en su libro “50 Tonos Para el Éxito- Consejos Para Una Vida Exitosa”, una importante guía para quien desea ser exitoso en la vida, en todos los aspectos.
En la obra, él advierte que, infelizmente, la mayoría de las personas viven así, y, aún más triste: no hacen ninguna pausa para analizar su condición.
“La mayor parte de nuestra sociedad no se esfuerza más para hacer lo que nos hace humanos. Entonces, sin lograr concentrarse en nada, esas personas simplemente siguen el flujo. Se dejan llevar por la corriente, reaccionando con los demás dependiendo de la “suerte”, con alguna figura mágica sobrenatural (que algunos piensan que es Dios), con alguien que haga algo por ellas cuando ellas mismas no quieren hacer nada”, relata Edington en el libro.
Frente a esto, el autor aconseja: “Salga de esa locura. Deténgase ahora mismo. Desarrolle el hábito de pensar, de analizar su vida y ver si está siguiendo el rumbo correcto. Eso es algo que nadie más puede hacer por usted.”
Él incluso cita al escritor Thomas Corley, autor del libro “Rich Habits” (Hábitos ricos, en una traducción libre), que pasó 5 años investigando las diferencias entre los hábitos de las personas ricas y de las pobres, descubriendo que una de las más importantes diferencias entre esos dos grupos es el hábito de pensar.
“Los pobres no invierten tiempo pensando, ellos simplemente reaccionan a la vida y se dejan llevar por las circunstancias. Los ricos se hacen un tiempo para pensar en silencio. Generalmente, usan los primeros minutos de la mañana. En el auto, yendo al trabajo, o en la ducha, antes de salir. Entre quince y treinta minutos de sus mañanas lo invierten en este ejercicio. Ellos piensan sobre todo”, describe Edington.
Por lo tanto, haga de la reflexión un hábito, como bañarse o cepillarse los dientes, incluso porque, si eso no sucede, usted estará sujeto a los pensamientos guiados por el impulso, y eso no es bueno, porque lo hará vulnerable y extremadamente emotivo.
Fe y éxito
En la Universal, los lunes, hay una reunión que abarca temas como este y tantos otros relacionados. La reunión, denominada el Congreso Para el Progreso, se realiza en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted: www.universal.org/direcciones/
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