Comenzar de cero no es fácil, pero aprendé a dejar que el Espíritu Santo te guie y ayude a vencer tus guerras
El inicio de una empresa, un proyecto o una carrera requiere de un trabajo arduo. Después de todo, no es fácil comenzar algo desde cero, pero contás con el Altísimo como socio, tené la seguridad de que Él te ayudará en todo, solo tenés que confiar.
Para analizar:
La Universal comenzó en una glorieta, luego siguió en una exfuneraria. En cada país, en cada lugar, la iglesia comienza pequeña, con pocas personas, ¡y mirá hasta dónde llegó hoy!
Por eso, no importa si comenzás tu negocio en casa, en la habitación, vendiendo en la calle, ¡lo importante es comenzar! No desprecies los humildes comienzos, comenzá desde abajo, con pocos clientes, y Dios te hará grande, te ayudará a terminar lo que comenzaste.
«¿Pues quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Estos […] se alegrarán». Zacarías 4:10
Tené en cuenta:
Durante el inicio de un emprendimiento, mantenete listo para escuchar al Creador, porque Su palabra anima, da dirección, fortalece, nos hace despertar del sueño, del cansancio espiritual y abre nuestra visión. Él nos hace ver detalles en cada situación que otras personas no ven. Por ejemplo, nos hace ver una oportunidad, o si es el momento de alejarnos de alguien. Por otro lado, el mal trabaja para enceguecernos haciéndonos pensar que un determinado problema no tiene solución.
Dios no trabaja con conformistas y perezosos, por lo tanto, tenés que estar dispuesto a hacer lo que es necesario, y tampoco tengas miedo de pedir ayuda cuando lo necesites.
Y, sobre todo, valorá la actuación del Espíritu de Dios en vos. Hay momentos en los que solo Él te puede dar calma, dirección y paciencia, también te ayudará a pasar por situaciones en las que solo no podrías atravesar. Sin Dios nos estresamos, nos enfermamos y nos ponemos nerviosos, por eso, el mal hace de todo para desestabilizarnos, para que peleemos, gritemos, insultemos y actuemos en la fuerza del brazo, porque, de esta manera, él vence. Es necesario que aprendamos a vencer en el Espíritu, cuando el día esté difícil y todo te salga mal, detenete, orá y entregá esa situación en las manos de Dios.
Participá de la reunión Prosperidad con Dios que se realiza los lunes, en el Templo de los Milagros, a las 20 h. Otros horarios: 8, 10, 12 y 16 h.
También podés participar en la Universal más cercana a tu domicilio.