Muchas personas llegan a la reunión de los viernes con necesidades de liberación espiritual. Sebastián es uno de ellos. Él encontró lo que necesitaba y este es su testimonio:
«Mi sufrimiento había comenzado desde muy chico porque mis padres se habían separado. A los doce años ya fumaba. A los trece, había probado las drogas y abandonado los estudios. A los quince, me drogaba casi todos los días.
Debido a los efectos de la droga, no dormía, tenía ataques de pánico, depresión y veía sombras. También veía personas, pero, cuando me acercaba, ya no estaban más. Pensaba que me estaba volviendo loco.
Por las noches tenía pesadillas. Cuando estaba en la cama, sentía que alguien entraba en mi pieza, me abrazaba fuerte y me dejaba inmóvil. Además, en mi habitación veía luz como si esta estuviera prendida, pero estaba apagada.
En cuanto a mi vida sentimental, tuve un matrimonio frustrado. Tengo una hija a la cual durante un tiempo no la fui a ver porque no quería que me viera drogado.
Por otro lado, no duraba en los empleos, me echaban porque faltaba mucho. Cada año empeoraba. Mi vida era un fracaso.
Hasta que un día le pedí a mi madre, que asistía a la Iglesia Universal, que me fuera a buscar para ir a una reunión. Comencé a concurrir periódicamente y, cada día que iba, era un pasito más hacia el cambio. Por primera vez en mi vida, sentí que podía avanzar.
Comencé a perseverar en las reuniones de liberación y fui dejando todo lo malo. Dios me sanó interiormente, la depresión desapareció y los vicios quedaron en el pasado. Todo el sufrimiento quedó atrás. Hoy soy feliz y me siento completo, gracias a Dios. Por eso, recomiendo la reunión de liberación de los viernes. Fue allí donde comencé a liberarme».
Participe este Viernes Santo a las 15 h en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a usted. Otros horarios: 9 y 18 h.
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