Muchos tienen miedo de decir “no” a algunas personas, circunstancias, incluso oportunidades de cambio, y después se quedan pensando porque no asumieron su deseo verdadero.
Generalmente, quienes nunca dicen “no” son llevados por los deseos de las otras personas, terminan sin hacer lo que realmente quieren y en caminos en los que no les gusta estar. Sin embargo, es importante aprender a generar el coraje para decir muchos “no” en la vida.
Jesús es un ejemplo del poder del “no”. En Mateo 4, Él fue tentado tres veces por el diablo y en cada oportunidad dijo “no”.
Imagínese si él aceptara todo, con certeza abría quebrado su ayuno, habría muerto antes de ser crucificado o caería en la trampa de la tentación de gobernar al mundo, pero bajo las órdenes de las tinieblas (Mateo 4:1-11).
En todas esas tentaciones Jesús dijo no, porque sabía los propósitos de Dios para Él y para la humanidad. Él también sabia que si aceptaba, estaría bajo la autoridad del diablo y no más bajo la de Dios.
Sepa decir no
Así como Jesús sabía decirle no a todo lo que podría quitarlo del centro de la voluntad de Dios. No acepte, no participe de lo que no quiere, no acepte sugerencias por el simple temor de desagradar a alguien. Al único que usted no puede desagradar es a Dios.
Después de todos los “no” el diablo se retiró de la presencia de Jesús y solamente después de esas pruebas es que Él comenzó Su ministerio aquí en la tierra (Mateo 4:17).
Su vida depende de las elecciones que usted hace, de los caminos que recorre y todo eso depende de su coraje para decir no a todo lo que escapa de lo que Dios tiene para usted.
Después de decir “no” a algo que incomoda y que sabe que está equivocado, con certeza sentirá la ligereza de la libertad y la alegría de haber tenido coraje de seguir en Su voluntad.
“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” Gálatas 5:1