“Si alguno Me sirve, sígame; y donde Yo estuviere, allí también estará Mi servidor. Si alguno Me sirviere, mi Padre le honrará.” Juan 12.26
Durante el mensaje trasmitido por Red Aleluya, el obispo Edir Macedo citó el versículo anterior para advertir sobre la conducta de muchas personas que se dicen ser cristianas, pero que tienen un comportamiento muy por debajo del carácter de un verdadero siervo de Dios.
Esas personas que están dentro de la iglesia, incluso tienen cargos en la institución que frecuentan, pero no honran a Dios con sus vidas. Son egoístas y piensan solo en su propio bienestar. Quieren, exclusivamente, aprovecharse de las promesas del Señor para beneficio propio y el de sus familias.
“¿Cuál es la diferencia entre un cristiano que compra un certificado médico para justificar la falta en su trabajo y una prostituta que vende su cuerpo? Yo creo que la prostituta es más digna, porque la prostituta no conoce la Palabra de Dios, pero el cristiano la conoce”, destacó el obispo.
Haga un autoanálisis
No se engañe, la persona que se dice cristiana pero usa la mentira y el engaño para sacar ventaja, en realidad está sirviendo al diablo. Es imposible que alguien siga la Verdad y viva en la práctica de la mentira. Quien hace eso no es de Dios.
El obispo incluso orientó que antes de reclamarle a Dios sus bendiciones, la persona debe hacer un autoanálisis y, si encuentra algo que Lo desagrada, debe arrepentirse y comenzar una vida correcta, delante de Él y de los hombres.
El Espíritu de Dios es verdad, integridad, justicia, es el propio Dios dentro de Sus verdaderos siervos. Quien tiene el Espíritu Santo vive en la justicia. Cuando la persona dice que es sierva del Altísimo pero vive en la mentira, es porque su vida no está en el Altar. Esta es la razón por la que muchos no son honrados por Dios.
Reflexione: Si Jesús viniera hoy, ¿usted sería salvo?
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