Se desvanecía en la calle y podía morir
Adriana: “Llegué a la reunión con un problema de salud, tenía síndrome de Brugada (n. de la R: enfermedad hereditaria caracterizada por una anormalidad electrocardiográfica y un aumento del riesgo de muerte súbita cardíaca). Podía estar en la calle y de pronto me daba un síncope y me desvanecía durante unos 5 o 10 minutos. Cuando me despertaba lo hacía en la guardia de un hospital o en una ambulancia. Por las caídas me abrí la cabeza, me golpeaba la nuca y era un problema imposible de solucionar, al ser una falla eléctrica del corazón no hay cómo solucionarla. En tres años me habían dado siete síncopes.
Empecé a venir a la reunión de los Casos Imposibles, perseveré y gracias a Dios me curé. Los médicos no se explicaban cómo había sucedido, no entienden qué pasó. Me controlo, pero no me encuentran nada, nunca más volví a tener síncopes”.
El mal de Chagas es una enfermedad causada por un parásito llamado trypanosoma cruzi, que puede vivir en la sangre y en los tejidos de personas y animales y en el tubo digestivo de unos insectos conocidos en Argentina como vinchucas o chinches. Es incurable, pero Mercedes logró superarlo gracias a su fe: “Hacía 38 años que sufría de Mal de Chagas. Todo empezó cuando comencé a tener calambres en las piernas. Fui al médico, me hicieron estudios pero no encontraban el origen de los calambres. Después me hicieron más exámenes y así me dijeron que era Chagas positivo. Empecé a hacer la cadena en la reunión de los Casos Imposibles, perseveré y volví a hacerme nuevos análisis, porque yo creí en que Dios podía curarme y así fue. Los últimos estudios mostraron que me había negativizado, el Chagas ya no está más, estoy sana gracias a Dios”.
Si usted tiene un imposible en su vida o en la de algún ser querido, acérquese a participar de la reunión de los Casos Imposibles este sábado a las 8, 10, 19 y especialmente a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
[related_posts limit=”17″]