Una persona egoísta es aquella que solo piensa en sí misma, que solo mira su satisfacción individual. Y los egoístas corren un serio riesgo.
En un reciente programa de la Palabra Amiga, que se transmite diariamente por la emisora de radio Red Aleluya, el obispo Macedo explicó que esas personas serán excluidas del Altar. “¿Cómo el Espíritu de la fe, del Santísimo, vendría sobre alguien egoísta?” – preguntó él.
El Espíritu Santo es el responsable de darnos dominio propio, nos hace completos, justos, correctos y sabios para honrar los compromisos y la Palabra de Dios. Pensar en sí mismo no forma parte de esto. El Espíritu Santo no guía a un egoísta ni lo llena de fe porque sabe que él no les transmitiría a otras personas las enseñanzas y deberes que Él le daría.
Quien tiene el Espíritu de Dios no guarda para sí mismo lo que Él le da, sino que reparte con su prójimo, con un hombro amigo una palabra de fe y optimismo, además, se sacrifica por su semejante.
Llamados por la fe
“Si usted quiere recibir el Espíritu Santo por alguna codicia personal, nunca lo recibirá. Ahora, si usted Lo quiere para ayudar a otras personas, de verdad, entonces Él vendrá sobre usted y lo hará un instrumento de Su voluntad”, explica el obispo.
Y usted, ¿ha buscado el Espíritu Santo pero no logra recibirlo en su vida? ¿Ha actuado de la forma correcta, buscando enseñanza para enseñar, bendición para bendecir, o solo para sí mismo? Reflexione.
¿Quiere aprender más sobre el Espíritu Santo y cómo Él actúa? Participe de las reuniones de la Universal. Ingrese aquí y encuentre la dirección más cercana a su domicilio.
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