“Y tendrás entre tus herramientas una pala, y cuando te sientes allá fuera, cavarás con ella, y te darás vuelta para cubrir tu excremento. Porque el Señor tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para derrotar a tus enemigos de delante de ti, por tanto, tu campamento debe ser santo; y Él no debe ver nada indecente en medio de ti, no sea que Se aparte de ti.” Deuteronomio 23:13-14
Alguien debe haber pensado, “tantos enemigos, problemas por todos lados, ¡y Dios, el Todopoderoso, preocupado por la limpieza, la higiene y las cosas feas en nuestro medio!”
La pregunta importante: ¿Dios cambió? ¿ya no Le importan las cosas aparentemente mínimas?
“…Se aparte de ti.”
Aquello era una cuestión de salud, higiene, disciplina, en fin, tan importante que, si no la observaran, Dios Se apartaría de ellos.
“…tendrás entre tus herramientas una pala…”
Hoy vemos a personas haciendo la obra de Dios, con todas las herramientas que recibieron. Expulsan demonios, curan enfermos y evangelizan, sin embargo, consideran que no necesitan la “pala”.
En el medio de las herramientas de guerra, allí estaba la pala. Era Dios diciendo: luchen, venzan, pero no se olviden de la limpieza, del perfume, del celo, de los detalles, de la organización, de la disciplina, etc.
“…Dios anda en medio de tu campamento…”
En nuestra casa, en nuestro trabajo, en nuestra iglesia, en fin, en donde estemos, Dios está andando con nosotros. No puede haber suciedad, espiritual o física, desorden e indisciplina.
“…no debe ver nada indecente en medio de ti…”
Dios siempre avisa primero, obedece quien tiene juicio. Si existe algo feo, que depende de nuestra disposición para arreglarlo, no importa el lugar donde esté. Dios está viendo como si estuviera dentro de nosotros. Y quien tiene, sabe que lo tiene.
Está aquí el aviso. ¡¡¡ELIMÍNELO!!!