El mal olor de la basura acumulada y de la falta de higiene se mezcla con el olor de la marihuana, del crack y de las bebidas alcohólicas.
Ellos no son habitantes de la en calle, sino que son personas de diferentes partes de África del Sur que se encuentran en las calles en Johannesburgo. Por causa del vicio, ellos perdieron todo, casa, auto, dinero, familia y voluntad de vivir.
Determinados en la guerra contra el vicio, encontramos la calle Commisioner Street, donde los dependientes de drogas se encuentran. Ese lugar es solo uno de los muchos puntos de venta y consumo en Johannesburgo – nuestra “Cracolandia”.
Un hecho curioso es que ellos pasan todo el día recolectando basura en la calle, además de latas y otros materiales reciclables. Otros piden limosna, y hay quien pasa el día robando a fin de acumular fondos para la compra de las drogas.
Cuando se reúnen, comienza entonces la maratón del vicio, en la que ellos se drogan, andan de un lado al otro, como lunáticos, y hablan solos, incluso hay quien cae desmayado al piso.
Cuando llegamos al lugar para la reunión de la Cura de los Vicios, el humo de la marihuana era tanto que sofocaba, los ojos ardían.
Mientras hablábamos con ellos, algunos fumaban marihuana, otros aspiraban e incluso se inyectaban cocaína, pero, en su mayoría, con lágrimas en los ojos. Estaban desesperados en busca de un cambio, deseando salir de la vida en la que están.
El último domingo, reunimos a los que se dispusieron a cambiar de vida, 40 personas en total. Hicimos que se bañaran, les dimos ropa, comida, y los llevamos a la reunión de la Última Piedra. En el Altar, los que querían cambiar de vida entregaron las drogas que tenían en el bolsillo.
El hecho interesante es que la Iglesia Universal es el único lugar en el MUNDO en el que los adictos entregan la droga, la misma por la cual cometen hurtos y hasta son capaces de matar si fuera necesario, para adquirirla.
Los responsables de los centros de rehabilitación nos están buscando, pidiéndonos ayuda, pues ya no saben que más hacer para resolver el problema de sus pacientes.
En la Commisioner Street, en el vertedero de basura, en el lugar más despreciable de la sociedad, allá está la Universal. Y, de ese lugar, recuperaremos a personas, hombres y mujeres que nacerán de Dios y se unirán a nuestro ejército de la “Última Piedra”, para hacer una revolución en este continente.
Además de las drogas, otro grave problema es el alcohol, considerado la droga principal en África del Sur, afectando a 17.5 millones de personas, 30% de la población sudafricana.
Una de cada 14 personas consume de algún tipo de droga, sumando un total de 3.74 millones de personas. Las estadísticas muestran que uno de cada tres sudafricanos es dependiente de drogas.
Por lo tanto, no nos queda otra alternativa: tenemos que arremeter contra el diablo con todas nuestras fuerzas y arrancar a los perdidos de sus manos.
¡Es para vencer! ¡Es todo o nada! O Dios es o Él no es.