La Universal está presente en diversos países y, día tras día, más personas escuchan sobre la Salvación anunciada por los misioneros, en nuevos templos abiertos para la prédica de la Palabra de Dios. La más reciente inauguración tuvo lugar el pasado 4 de agosto, en la ciudad de Komaki, provincia de Aichi, en Japón.
El obispo Marcelo Rocha, responsable de la evangelización en el país, ministró el culto inaugural. Clamó por los colaboradores, quienes permitieron que se abriera una puerta más, y frente a la multitud, expresó su gratitud por la Obra tan grandiosa.
“La iglesia es nuestra segunda casa. Fue aquí, en la Universal, que fui liberado y conocí a este Dios maravilloso. Eso es lo que la Iglesia Universal ha hecho a lo largo de los años: le ha proporcionado a las personas una nueva vida, por medio del encuentro con Dios”, destacó.
A pesar de las dificultades que los colaboradores han enfrentado – en los 18 años que la Iglesia está presente allí- en el aprendizaje del idioma y frente a los embargos gubernamentales, la Universal se estableció en la región y ha conquistado poco a poco el corazón de japoneses e inmigrantes.
La nueva iglesia de Komaki cuenta con toda la comodidad para recibir sus miembros. Son cuatro pisos, con salas amplias, ambientes climatizados, espacios reservados para la Educación Bíblica Infantojuvenil (EBI), para el Young Power Group Japan (Grupo de Jóvenes de Japón), Grupo Caleb y otras actividades.
Quien estuvo en la inauguración se alegró con el testimonio de Kuwata Terumi (foto), que participó recientemente de un evento de milagros en el que fue curada. Desde ese día en adelante, permaneció en la fe y puede ver la conquista más nueva de la Iglesia, la cual tiene como objetivo beneficiar a todos los habitantes de la ciudad.
“Fui curada de fuertes dolores que tuve en el brazo durante muchos años, desde entonces, comencé a frecuentar la iglesia. Me gusta mucho estar aquí, las personas son simpáticas, me siento bien viniendo a la Universal. Ahora puedo decir que estoy muy feliz”, comentó Kuwata.
Para Ariane Melo, miembro que también estuvo presente en la gran concentración, la localización del templo no podía ser mejor. “Vivo en Okura y me toma 15 minutos llegar hasta aquí. Me puso muy contenta la inauguración en Komaki. Antes me tomaba 1 hora llegar al templo de Nagoya. La reunión de inauguración fue muy bendecida.”
Al finalizar el encuentro, el obispo Marcelo consagró un cáliz con aceite y ungió a los obreros y pastores que estarán ayudando en el trabajo de la nueva iglesia. Luego, los ungidos, ungieron cada esquina del lugar, determinando la bendición divina sobre el lugar y sobre todos que participen allí.
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