“… el Cual, aunque Existía en Forma de Dios, no consideró el ser Igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que Se despojó a Sí Mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a Sí Mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Filipenses 2:6-8
La obediencia que comenzó en el Cielo
El “pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras” no nació en el Getsemaní.
Comenzó en el Cielo, cuando el Padre determinó que Su Hijo dejaría la Gloria Celestial para venir a la tierra y entregarse por vos y por mí.
En aquel Lugar de Paz y Gloria indescriptible, el Hijo aceptó diciendo: “… hágase Tu Voluntad”.
No por conveniencia, sino por obediencia
Jesús dejó el Cielo por obediencia incondicional, no por conveniencia.
Y, para que quedara claro que no solo cuando todo está bien debemos hacer la Voluntad de Dios, reafirmó Su entrega en el peor momento de Su vida: en el Getsemaní, siendo presionado espiritual, emocional, física, social, religiosa y políticamente:
“… Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras”. Mateo 26:39
La misma obediencia en Gloria y en dolor
La obediencia que mostró en el Cielo en tiempos de gloria la demostró en la Tierra en el momento más difícil.
Su sacrificio no fue por conveniencia, fue por obediencia incondicional al Padre.
Nuestra entrega en el Altar
El Domingo 14 Diciembre, cuando subamos al Altar en la Hoguera Santa en el Jardín del Getsemaní, quedará probado si nuestra entrega es por conveniencia o por obediencia.
Hoy, en nuestro Getsemaní, la historia se repite
– Para quienes no tienen al Espíritu Santo: este Getsemaní espiritual será el momento de “sudar tus gotas de sangre”, mostrando con actitudes y renuncias que Dios es lo más importante.
– Para quienes ya Lo tenemos: a ejemplo del Señor Jesús, no debemos sacrificar por conveniencia, sino por obediencia incondicional, y ser contados y Usados aún más para Su Gloria.
La verdadera fe se demuestra en la obediencia, aun en los momentos más difíciles, de mayor presión.
#ElGetsemaníPorTuVoluntad
