Un día especial favoreció el acercamiento entre los seres queridos
El pasado domingo 26 de agosto, quedará marcado en la vida de millones de personas que participaron de una reunión especial para los obreros. Directo del Cenáculo Matriz de Del Castilho, Rio de Janeiro, el obispo Sérgio Corrêa, junto a alrededor de 30 mil personas, unieron la fe con otras tantas diseminadas por Brasil, que acompañaban la transmisión a través de videoconferencia, para celebrar el encuentro de los voluntarios con sus familiares.
Durante el mensaje, todos fueron alertados sobre el peligro de actitudes como el desprecio. “El desprecio es algo muy fuerte, a ningún ser humano le gusta ser despreciado, sin embargo, muchos han despreciado a Dios”, enfatizó el obispo.
El obispo también pidió que los presentes reflexionaran en las actitudes del Señor Jesús, que aun siendo rechazado por muchos, desea hacer morada en cada corazón sincero. “Jesús no era ese hombre que muchas personas juzgaban, Él era el hombre más simple y, por esa causa, sufría el desprecio de muchos que no Le creyeron. Por ese motivo, Él sabe el sufrimiento que muchos han pasado, pero, aunque Él fue despreciado en el pasado, todavía hoy es despreciado por muchos que no Le entregan su vida. Muchas veces Él golpea a la puerta de su corazón y usted no lo deja entrar. Cuando alguien le va a hablar de Jesús, sin darse cuenta, en ese momento, es Dios dándole una nueva oportunidad. Pero usted le hace poco caso a Su palabra y termina despreciándolo”.
Con base en el mensaje, el obispo llamó a acercarse delante del altar a todas las personas que estaban siendo despreciadas y que hasta entonces estaban también despreciando a Dios, para interceder por ellas en oración.
En el transcurso de la reunión el pastor Damien Jackson, autor del libro “Yo debería estar muerto”, contó un poco sobre su sorprendente historia de vida. El obispo Sérgio aprovechó el testimonio de Jackson para destacar la importancia de frecuentar las reuniones de liberación espiritual, para que los problemas sean solucionados por la fe.
Durante la búsqueda por el derramamiento del Espíritu Santo, los obreros ungieron a sus familiares con el aceite que había sido consagrado a Dios, para protección y dirección divina de todos los que recibieran la consagración.
Testimonios
En Belém do Pará, Rayane Barbosa (en la foto de uniforme azul) está muy feliz por haber reunido a toda a su familia en la iglesia. “Yo encontré una oportunidad excelente, porque todos mis familiares pudieron conocer cómo es el trabajo evangelístico de la IURD, a todos les gustó la reunión y estoy segura de que saldrán bendecidos. Ya estamos esperando la próxima concentración, que va a ser un éxito mayor aún”.
Además de Rayane, otros obreros también se dedicaron a relatar la experiencia positiva del encuentro especial en el blog de los obreros:
“Fue una reunión muy bendecida, logré llevar a toda mi familia que estaba apartada y, a partir de hoy, tengo la seguridad de que ellos volverán a la presencia de Dios. Ellos salieron muy felices y yo también. Este es el comienzo de un gran testimonio” – Carlos Solrac y Ana Paula – Novo Gama-Goias.
“¡Tarde bendecida! Tengo certeza de que muchas almas fueron salvas. Conseguí traer a una parte de mi familia y traje la ropa de los que no vinieron. Yo creo que Dios habló con ellos. Y yo creo en el cambio y en la salvación de todos. Dentro de poco, daré mi testimonio sobre eso en el programa Obreros en Foco.” – Thaiz Rocha- Cenáculo del Espíritu Santo de Tarumã – San Pablo.