1- Le costará su reputación
Las personas pueden no estar de acuerdo en muchas cosas, pero todos tienen consciencia del peso de una infidelidad. Su cónyuge puede perdonarlo, pero será difícil olvidar lo que pasó.
2- Quizás le cueste su trabajo
Muchos affaires empiezan en el trabajo y destruyen carreras. Dependiendo de la política de la empresa, terminará siendo perjudicado e incluso despedido.
3- Le costará dinero
Las amantes son caras, al igual que los abogados. En un juicio de divorcio puede perder la mitad de su patrimonio, sin mencionar los gastos de pensión alimenticia.
4- Le costará su familia
Muchos matrimonios no sobreviven después de una traición. A los que deciden continuar, les toma años superar el dolor. Si hay hijos de por medio, es aún más difícil.
5- Le costará sus amistades
No se sorprenda si algunos se decepcionan y se alejan o si se ponen del lado de su cónyuge y le dejan de lado.
6- Le costará su salud emocional
Algunas relaciones extraconyugales duran un promedio de seis meses, pero los efectos duran mucho más. La culpa, el miedo y la presión de vivir en secreto son enloquecedores.
7- Le costará su legado
¿Cómo quiere ser recordado? ¿Como alguien que amó y fue amado o como alguien que decepcionó? ¿Como alguien que fue fiel o alguien que echó todo a perder por un momento de flaqueza?
8- Puede costarle su alma
Dios nos creó para vivir en fidelidad. No podemos destruir nuestra vida por una tercera persona. A pesar de que exista esperanza para un matrimonio herido por la infidelidad, todos saben el precio, por lo que es mejor evitarlo.
“Todo cambió, ahora hay paz, unión, fidelidad y amor sincero”
El matrimonio de Mariela Ale estaba siendo afectado por las agresiones y la infidelidad, llegaron a plantearse la separación definitiva cuando ella se fue por quince días de su hogar. “Me había casado para ser feliz, pero esa ilusión duró muy poco por las dificultades que enfrentamos. Teníamos tantas deudas que terminamos en la miseria total, éramos despreciados por todos, pasamos muchas humillaciones, hasta nos alimentamos de la comida que le daban a los cerdos”, cuenta.
Pasaron por tantas cosas que ella llegó a prostituirse para poder alimentar a su familia, estaba desesperada. La relación se deterioraba cada vez más, ella le gritaba, lo maldecía y le tiraba lo que tenía a mano. Parecía que estaba todo perdido, sin embargo, su esposo comenzó a participar de las reuniones de la Universal y la invitó. Juntos superaron todas las diferencias y vencieron la adversidad. Hoy, tienen un matrimonio bendecido y son muy felices juntos.
Todos los jueves a las 16 y 20 h te esperamos en la Terapia del amor, Av. Corrientes 4070, Almagro.
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