Cuando el cristiano está convencido nada logra desviarlo del camino
Ante las dificultades y problemas que, inevitablemente, todos tienen, muchas personas se preguntan qué es necesario hacer para cambiar de vida. El obispo Edir Macedo cita un pasaje de la Biblia para que podamos comprender cómo y por qué sucede la transformación de un verdadero cristiano:
“No Me elegisteis vosotros a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en Mi nombre, Él os lo dé.”, (Juan 15:16).
El obispo Macedo explica que los escogidos oyen la voz de Dios y enfrentan todo y a todos, pues están convencidos de lo que quieren: “Cuando Dios habla es imposible quitar Su voz de adentro de nuestro ser. Nosotros enfrentamos al infierno. No importan familiares, amigos, mujer, marido, todos pueden estar contra nosotros, aún solos, nosotros proseguimos, porque Dios habló.”
Cuando se oye la voz de Dios, ella penetra y permanece con nosotros. Hace que haya perseverancia. Para reforzar esa idea, el obispo afirma: “No son los pastores quienes lo convencen a usted. Usted sabe que la persona fue escogida cuando Dios la escoge. Entonces hay convicción y nadie es capaz de robarla.”
El obispo reitera que esa convicción es la responsable de hacer que las personas participen de las campañas de fe de la Iglesia Universal. “Es el Espíritu Santo que las convence. Quien oye la voz de Dios, obedece y sacrifica porque cree. Cree, porque fue visitado por el Espíritu Santo y cuando usted presenta el verdadero sacrificio en el altar, el fuego del Espíritu Santo lo envuelve y coloca dentro de usted la certeza de la resolución de sus problemas.”
El obispo hizo una analogía, es como si fuéramos a tener un hijo: “El Espíritu Santo lo embaraza a usted de su sueño. En ese momento usted se despreocupa, no queda ansioso. Está embarazada o embarazado de su sueño y entonces suceden los milagros más extraordinarios, pues hay un despojo, una entrega total y usted confía un 100% en la mano de Dios.”