El ojo seco, es uno de los trastornos oculares más frecuentes de la actualidad. Los problemas de ojo seco surgen cuando una persona carece de la cantidad suficiente de lágrimas, o sus lágrimas no tienen la composición necesaria para lubricar el ojo correctamente. El ojo seco afecta a millones de personas, y si bien la mayoría padece síntomas leves que por lo general desaparecen en poco tiempo, el trastorno puede generar problemas permanentes de la visión. Como consecuencia, los síntomas graves y persistentes deben ser tratados inmediatamente.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
También conocido como queratitis sicca, el síndrome del ojo seco es exactamente lo que su nombre indica: se caracteriza por una sensación seca, áspera y persistente en los ojos que suele originarse por problemas en la producción o el drenaje de lágrimas. Pese a que los síntomas suelen ser leves, los mismos pueden variar en su gravedad y derivar en una disminución importante de la calidad de vida.
Diagnóstico del ojo seco
El síndrome del ojo seco no suele requerir un diagnóstico sofisticado. Si habitualmente tiene los ojos secos, irritados o ásperos, es muy probable que padezca problemas de ojo seco. Sin embargo, determinar las causas exactas de su trastorno de ojo seco y encontrar la mejor solución para la patología puede ser mucho más complejo. Para lograr estos objetivos, consulte a su médico.
Causas de los problemas de ojo seco
Existe una amplia variedad de causas del síndrome del ojo seco. Las causas del ojo seco más frecuentes son los factores ambientales como, por ejemplo, el aire extremadamente caliente o frío, la altura elevada, el tabaquismo o la exposición al humo del aire. Los problemas de ojo seco causados por estos factores que generan irritación suelen resolverse evitando la exposición a agentes irritantes suspendidos en el aire o utilizando gotas oculares para limpiar los ojos.
Muchas de las causas tienden a generar resultados más pronunciados a medida que las personas envejecen. Como consecuencia, los adultos de más de 40 años son más propensos a padecer los problemas de ojo seco. La disminución en la producción de lágrimas, también conocida como queratoconjuntivitis, es una causa frecuente de ojo seco que se relaciona con la edad. Esto suele ser más habitual en las mujeres que experimentan cambios hormonales como resultado de la menopausia.
Otra de las causas comunes del ojo seco es la calidad deficiente de las lágrimas. Los ojos están constantemente recubiertos por una fina capa de lágrimas que, a su vez, está compuesta por tres capas. Un cambio en la consistencia de cualquiera de estas tres capas puede ocasionar el síndrome del ojo seco. Una cantidad insuficiente de sustancia aceitosa en las lágrimas hará que la capa acuosa media se evapore demasiado rápido. Una cantidad insuficiente de agua no permitirá que las lágrimas cumplan con su función. Una cantidad insuficiente de sustancia mucosa evitará que las lágrimas se dispersen uniformemente por el ojo. Los problemas de ojo seco pueden surgir de una cantidad de factores que contribuyen a una anomalía en esta composición.
Los problemas o las enfermedades de los párpados como, por ejemplo, la blefaritis también pueden causar problemas de ojo seco, si bien la sequedad suele resolverse cuando se soluciona el problema. Ciertos medicamentos como, por ejemplo, las píldoras anticonceptivas, los antihistamínicos y las pastillas para dormir pueden ocasionar el síndrome del ojo seco; además, utilizar lentes de contacto puede exacerbar el problema.
Síntomas del ojo seco
Los síntomas del ojo seco se reconocen con bastante facilidad y, a menudo, resultan imposibles de ignorar. Los problemas de ojo seco implican una sensación casi constante de tener algún objeto en el ojo, o bien, una sensación de ardor y quemazón. Es posible que le resulte difícil utilizar lentes de contacto durante un período prolongado; además, es posible que vea borroso. Tal vez experimente mucosidad fibrosa en o alrededor de los ojos, y es probable que sufra de una sensibilidad excesiva a la luz.
Tratamiento del ojo seco
El tratamiento del síndrome del ojo seco depende en gran medida de la gravedad del caso y de las causas subyacentes. Las gotas oculares pueden aliviar los síntomas en muchos casos leves. Sin embargo, si los síntomas persisten, es posible que se requiera un tratamiento más intensivo.
Para casos más graves de ojo seco, las opciones de tratamiento incluyen varios medicamentos diseñados para disminuir la inflamación y estimular la producción de lágrimas. Es posible que se utilicen procedimientos quirúrgicos para bloquear parcial o totalmente los conductos que permiten que se segreguen lágrimas.
Según el origen de su problema de ojo seco, es posible que otros tratamientos también sean efectivos. Busque un médico oftalmólogo especializado en ojo seco de su zona.