Cuando llegó a la Nación de los Vencedores “estaba en la ruina”, según él mismo relata. Y recuerda: “Mi vida era un desastre”.
“La situación que vivía afectó mi salud, por las noches no podía dormir. Tuve una enfermedad, a raíz de eso me endeudé mucho y no tenía recursos”, comenta Claudio.
“Eso me llevó a los vicios, quería llenar el vacío con el alcohol. Tenía un buen trabajo, pero llegaba el viernes y me perdía en el alcohol. Eso estaba afectando a mi matrimonio y a mis hijos. Yo me sentía mal porque soy el pilar en la familia. Hasta llegué a pensar en quitarme la vida”, detalla.
En esa situación, él llegó a la Iglesia, hizo un pacto con la Palabra y hoy relata lo que ocurrió: “Primeramente pude saldar mis deudas, pude conseguir un aumento de sueldo, me bajaron horas de trabajo -solo Dios pudo hacer ese milagro-, mi esposa consiguió un empleo y, de a poco, empecé con un microemprendimiento. Cambió mi matrimonio, mi vida económica y mi salud. Hoy soy otra persona, mi vida está bendecida. Para mí no hay crisis, con Dios todo se puede. Desde el momento en que empecé a participar de las reuniones, mi vida cambió. Gracias a Dios me pude liberar, empezaron los buenos pensamientos y se empezó a llenar el vacío en mi corazón.”
Tras la transformación que experimentó, Claudio asegura que “el único camino es buscar de Dios”. Y agrega: “Yo antes pensaba que en la Iglesia te sacaban dinero, pero no es así. Desde que llegué, nadie me pidió un peso”.
Participe de la Nación de los Vencedores todos los lunes a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y, especialmente, a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea las direcciones donde se lleva a cabo la reunión.
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