El pasado 31 de diciembre a las 22.30 comenzó la Vigilia de Año Nuevo, en la que miles de personas eligieron entrar al 2016 en la Presencia de Dios. En Almagro, el obispo Djalma dio inicio a la reunión explicando que por más que el año cambie, la vida va a seguir igual si uno carga bronca u odio hacia alguien en su interior. Por eso, invitó a quienes reconocían estar en esa situación a acercarse al Altar para orar por ellos.
Luego, explicó: “‘Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, Yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin…’, (Apocalipsis 21:5-6). Existen supersticiones y costumbres religiosas, tradiciones, rituales e incluso felicitaciones para 2016, todo con la intención de obtener una vida nueva en el año nuevo. ¡Pero todo eso ha sido en vano!
¿Usted ya se dio cuenta de que cada año que pasa la situación de este mundo solo ha empeorado? Aumentan la violencia, los delitos, el hambre, las enfermedades, las separaciones, el prejuicio, la discriminación… Disminuyen el amor, el cariño, el respeto, la consideración, el número de casamientos, la calidad de vida…
Si yo deseo una vida nueva en el año nuevo (no sirve solo cambiar el número, tiene que cambiar la vida) entonces debo buscar a Aquel que está sentado en el Trono.
El Altar es el Trono de Dios aquí en la Tierra. Cuando se entrega la vida vieja, marcada por los sufrimientos y las decepciones, Dios da una vida nueva.
‘No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que Yo hago cosa nueva…’, (Isaías 43:18-19).
La vida entregada en el Altar, es vida entregada al Señor Jesús. ‘De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.’, (2 Corintios 5:17)”.
Finalmente, todos participaron de la Santa Cena durante los primeros minutos del año, buscando el Espíritu de Dios y determinando que el 2016 será un año de victorias, el mejor año de toda su vida.
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