«De cierto os digo, que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía». Marcos 10:15-16
«Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos». Mateo 5:3