“Si fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida.” Proverbios 24:10
Usted es el que decide ser débil o fuerte. En los momentos de pánico que estamos viviendo en todo el mundo, no debe desanimarse. Es ahora cuando usted debe ejercitar aún más su fe. Aunque tenga la voluntad de desistir, tiene que mantenerse fuerte.
Cuando los hebreos, en la época de Moisés, salieron de la esclavitud de los egipcios y fueron al desierto, la gran mayoría se quejó, murmuró y se lamentó. Ellos eligieron la fragilidad y la debilidad en el momento más difícil. Dudaron del poder de Dios cuando debían mantener activa su fe. Obviamente, ninguno de los que actuaron así llegó al lugar que Dios prometió.
En esta cuarentena, usted tiene a su alcance tanto la debilidad como la fuerza. Usted elige cuál usará hoy. Puede lamentarse y llenar su mente de malas noticias, o aprovechar esta circunstancia para acercarse a Dios, fortalecer su fe y reforzar sus vínculos afectivos con sus seres queridos.
¡Sea fuerte y transmítales esa fuerza a los demás! ¡Nada ni nadie le podrá hacer frente!