A través del capítulo 6 del libro de Daniel, comprendemos el tamaño del poder de Dios en la vida de los que son fieles.
En aquel tiempo, alrededor de 5 siglos antes de Cristo (A.C.), un rey poderoso llamado Darío dominaba sobre un territorio muy grande. Y, a raíz de eso, surgieron muchos problemas.
Para ayudar en esta tarea, Darío nombró a tres ministros, además de 120 gobernantes. Uno de los ministros era el profeta Daniel, que era un noble hebreo muy inteligente que trabajaba en el palacio desde su juventud, cuando ingresó al cautiverio.
No obstante, Daniel despertó la envidia de los otros líderes del Gobierno. Tal vez, pensaron: “¿Cómo es posible que un prisionero, proveniente de otro pueblo, nos dirija?”. No tardó mucho para que tramaran algo contra el ministro hebreo.
Daniel confiaba en Dios
Sin embargo, Daniel tenía un buen comportamiento y huía de lo que era malo. Por eso, los conspiradores resolvieron atacar su fe en Dios. Le pidieron al rey que decretara una ley que impidiera que las personas oraran durante 30 días.
Naturalmente, Daniel siguió realizando sus oraciones diarias y, así, los conspiradores lo entregaron al rey para condenarlo a la cueva de los leones. A Darío le agradaba mucho Daniel. Por eso, intentó de todas las maneras posibles librarlo, pero no lo logró. Pero el Dios que Daniel servía lo salvó de los leones.
Una carta escrita por el propio Darío fue enviada a todo el reino, exaltando la grandeza del Dios Verdadero: Aquel que nunca será destruido y cuyo poder nunca tendrá fin.
Dios sigue vivo
Ese Dios de los tiempos bíblicos es el mismo en los días de hoy. Dios es justo y Sus hijos son guardados por Él. Los espíritus malignos o las personas malas pueden incluso desearle el mal a alguien que está bajo Su Justicia, como hicieron los conspiradores contra Daniel, sin embargo, el Altísimo es celoso con Sus hijos.
El precio de la persona que desafía la autoridad Dios es la confesión de que es impotente, incluso cuando, aparentemente, tiene algún poder en sus manos.
No importa el tamaño de los “leones” que intentan consumir la vida de quien es de Dios. No importa el tamaño de la indignación de quien planea el mal. Dios siempre será el justo juez.
Un poderoso propósito de oración
Con el objetivo de buscar el poder de Dios para nuestra vida, en todas las Universal se realizará un poderoso propósito de oración y súplica de rodillas por la justicia, en memoria de la actitud de Daniel. Este propósito tendrá un plazo de 15 días.
Durante el programa Inteligência e Fé, el obispo Renato Cardoso añadió que los participantes recibirán un oratorio, en el cual se podrá escribir el problema.
El evento coincidirá con el regreso del obispo Edir Macedo del viaje misionero. El 1° de septiembre a las 9:30 h, el obispo trasmitirá un mensaje especial en el Templo de Salomón, en San Pablo. Participe.
“Este domingo será algo más que especial. Cada vez que el obispo Macedo regresa a Brasil, trae algo especial en su equipaje. Por eso, usted está invitado a participar de esta gran concentración”, anunció el obispo Renato.
Usted también puede participar del encuentro en una Universal más cercana a usted. Vea las direcciones.