Analía Núñez: “Ya a los 13 años mi vida era un infierno, escuchaba voces, veía bultos, soñaba con personas muertas y sentía presencias extrañas. En una oportunidad hablé con mi familia sobre lo que me estaba pasando, pero se reían y comencé a odiarlos, principalmente a mi mamá.
Además, tenía quistes en los ovarios, no me podían operar, pero estaba grave. Tras la pérdida de mi papá todo empeoró, me golpeaba, tenía ataques de nervios y comencé a frecuentar cementerios.
Pasaba mucho tiempo caminando entre tumbas, eso se volvió una adicción, me decían la loca del cementerio. Me llevaron al psicólogo y al psiquiatra porque intenté matarme tres veces, me frustraba porque no lo conseguía.
Una madrugada, mirando la programación de la Universal, decidí buscar ayuda y fui. Ahí comenzó a cambiar mi vida. Me liberé de los tormentos espirituales, también fui curada del problema en los ovarios.
Dios restauró mi vida, tengo deseos de vivir, amo mi familia y soy una persona bendecida”.
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