No puede el Hijo hacer nada por Sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y Le muestra todas las cosas que Él hace… Juan 5:19-20
Una familia perfecta funcionaría como la Familia Divina – Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En la familia de Dios, el Padre es el ejemplo para el Hijo. Todo lo que el Padre hace, también Le muestra y Le enseña al Hijo porque Lo ama. No hay secretos. No hay carta en la manga. No hay razón para desconfiar.
El Hijo a Su vez, anhelando ser como el Padre, hace todo lo que ve que el Padre hace. Él Se siente tan amado y seguro en el amor del Padre que decide no hacer nada por Su cuenta. Él confía en que la voluntad del Padre siempre será mejor que Su propia voluntad: “Padre mío, si es posible, pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú.” Mateo 26:39
El Espíritu Santo cumple el papel de Auxiliador en todas las situaciones. Su atribución en la Biblia es la misma usada para describir el papel de la esposa en la vida del marido – “una auxiliadora”.
Por su parte en el campo humano, claro, ninguna familia es perfecta. Sin embargo, todos deben tener a la Familia Divina como modelo. Los padres deben buscar ser ejemplo para los hijos en todo.
Enseñando con el ejemplo, pueden preparar mejor a sus hijos para la vida. Los hijos deben seguir los buenos ejemplos de los padres, respetándolos y honrándolos. Los maridos deben ser buenos cuidadores y las esposas buenas auxiliadoras.
Este tipo de familia está volviéndose cada vez más raro en el mundo a causa del egoísmo y de la falta de Dios. Pero usted puede, practicando los Pensamientos de Jesús, formar su familia a imagen de la Familia Divina – aunque su familia de origen no haya sido un ejemplo para usted.
Aplicación: Aunque la familia perfecta no exista, esfuércese para cumplir su papel para con todos en su familia, aunque ellos no cumplan el suyo. Sea la imagen de Dios en su casa.
¿Dónde y cómo puede usted cumplir mejor su papel en su familia? Si no vive con familiares, ¿existe alguien cercano que es como familia para usted? ¿Usted ha tratado bien a esa persona? ¿Cómo piensa que Jesús trataría a sus familiares en su lugar? Deje su comentario.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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