Yair: Mi infancia fue triste, cuando tenía cuatro años, recuerdo haber visto a mi padre pegarle a mi mamá, finalmente ella se fue del país. Me quedé con mis abuelos, hasta que mi abuela se mudó a España a trabajar y empecé a sentirme solo.
Los problemas graves surgieron cuando mi tío falleció en un accidente. Después de eso se dieron discusiones en la familia y casi no se reunían. Al ver eso, mi abuelo sufría, yo no podía hacer nada y me deprimí. Lloraba constantemente, me preguntaba para qué había nacido y por qué seguía vivo. Eso me llevó a que a los 12 años me metiera con las drogas, el alcohol y los barras bravas. Estaba bien por un tiempo, pero después volvía a sentirme igual de mal.
Mi peor momento fue cuando quedé en el medio de un tiroteo sin armas, indefenso. Pensé que ese día perdía la vida. Después me culparon por la muerte de una persona. Aunque no lo había hecho, entraron a mi casa, rompieron todo y amenazaron a mi familia. Me cansé de todo y pensé en tirarme de un puente, ya no quería vivir. Ahí fue que una persona me invitó a la Universal.
Cuando llegué usé la fe. Pasó el tiempo y ahora mi vida es diferente. Superé la depresión, perdoné, pedí perdón y mi familia nota mi cambio. No me arrepiento de haberle entregado la vida a Dios”.
Participe este viernes a las 12 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y vea las direcciones de la iglesia.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.