La canción Perfume Universal marcó mucho nuestra vida. Nos consolaba en medio de tantas tribulaciones que sufríamos cuando encontramos a Cristo. La Iglesia crecía. Se fortalecía día a día. Veíamos obreros fuertes y decididos. Los pastores destilaban la unción del Espíritu Santo. El problema de uno era el problema de todos. Era un tiempo de fe, inocencia, alegría y ánimo.
Sin embargo, el crecimiento y la madurez espiritual de un cristiano pasan por caminos difíciles. Muchas veces, tenebrosos… Cuando Pablo fue escogido y enviado por Dios, todo sucedió muy rápido. Por las manos de Pablo, Dios operaba grandes milagros; por las manos de Pablo, las mayores revelaciones del Evangelio eran descubiertas a los ojos de miserables pecadores gentiles, como nosotros. Todo iba en gran progreso. El evangelio estaba expandiéndose en todos los territorios vecinos, miles y miles de cristianos siendo añadidos día a día. Y hablando de día, un bello día Pablo se desahoga:
Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí… Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:7-10
En las últimas semanas “explotaron” desahogos ponzoñosos en internet hechos por personas corroídas de envidia, rencor y venganza. Una venganza enfermiza, monstruosa e inescrupulosa. Y mientras yo oraba pidiéndole una respuesta al Señor, así como lo hizo el apóstol Pablo: “Por favor, elimina esto, Señor…”, el Espíritu Santo me dijo: “Eso son solo espinas en la carne. No te detengas en esta plataforma de fango y podredumbre.”
En ese momento, recibimos una revelación especial sobre lo que está sucediendo con la perfumada Rosa que es la Iglesia. Tantos ataques simultáneos, ¿por qué? Es muy simple la respuesta: para hacernos escoger cuál es la “ruta” que nuestra fe tomará. Hay dos posturas extremas que se pueden mantener delante de estos acontecimientos: deprimirse, intentando una manera de eliminarlos o impedirlos, que es la ruta de la depresión; o la respuesta indiferente: “¿Y qué? Yo realmente crecí y estoy molestando”, que es la ruta de la soberbia.
Ni una ruta ni la otra. Los sentimientos de grandeza o depresión son los “satélites” naturales del alma. Están allí, girando, girando a nuestro alrededor. Intentando entrar a la ruta de nuestra fe. No debemos permitirnos entrar en sus rutas, pues entrar en la ruta de los sentimientos del alma es tener la certeza de estar en una ruta de colisión inminente. El Espíritu Santo nos invita a ir más allá, nos invita a entender qué o quiénes son estas espinas: Mensajeros de Satanás. Internet fue y ha sido usada para esparcir el perfume, pero las espinas también están llegando. Los Mensajeros de Satanás no miden esfuerzos para parecerse a lo que realmente son: espinas.
Entonces, ¿cuál es la solución? Usar un transporte celestial cuyo pasaje está guardado con Quien ya lo preparó desde antes de la fundación del mundo. Usted podrá ir hacia una región libre de esta suciedad, libre de este escarnio, usted puede escapar de ser alcanzado por estas afrontas y blasfemias:
… nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al Reino de Su Amado Hijo Colosenses 1:13
Déjese ser llevado hoy mismo por el Espíritu Santo hacia esa dimensión de madurez espiritual, crecimiento y serenidad. Tome posesión de lo único que podrá ayudarlo a salvar su fe de no entrar a la ruta de colisión con nada: la Gracia del Señor Jesús.
Bástate Mi gracia… 2 Corintios 12:9
Esta fue la respuesta para Pablo. Que esta sea la respuesta para nosotros también.
¡Tengamos todos un excelente día!
Colaboró: Lucia W. Santos – Florida – EEUU