… Toda planta que no plantó Mi Padre celestial, será desarraigada.Mateo 15:13
Delante de tal afirmación del Señor Jesús, la pregunta es: ¿quién es la planta que el Padre plantó? Es el escogido, es el…
… linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido…1 Pedro 2:9
Es aquel que, en medio del universo de llamados, se puso a disposición de Dios para sacrificar su vida en el Altar, renunciando a lo que es y pretende ser, a lo que tiene y pretende tener, a los pensamientos, a los sentimientos, a las actitudes y comportamientos que no están de acuerdo con la Voluntad de Dios, en fin, es el que renuncia a sí mismo para satisfacer a Aquel que lo llamó “de las tinieblas a Su Luz admirable” (1 Pedro 2:9).
Muchos son obreros, pero, ¿quiénes son los “plantados por el Padre celestial”? ¿Quiénes son los escogidos? ¿Son los activos en la Obra? ¿Son los que se despiertan temprano para preparar la Santa Cena? ¿Son los que llenan los ómnibus de personas para llevarlas a la iglesia? No, ¡eso no es suficiente! Pues muchos que hacían eso, pero que no se preocupaban por su vida espiritual, creyendo que estaban bien solo trabajando en la obra física, después cayeron.
Los obreros que trabajan en el día a día de la iglesia son de fundamental importancia, incluso, son el brazo derecho de la Iglesia Universal, pero los “plantados por el Padre Celestial” son los que no se preocupan ni un poco por lo que dicen o piensan a su respecto, enfrentan al diablo, poniendo toda su vida en el Altar. Son los que jamás pierden la oportunidad de lanzarse en el Altar para la purificación del oro, ya que Jesús dijo:
¡Insensatos y ciegos! Porque ¿cuál es mayor, el oro, o el Templo que santifica al oro? Mateo 23:17
Si usted es oro, entonces va a querer santificarse en el Altar, a través de su sacrificio, para que el fuego del Altar queme todas las impurezas, tornándolo una persona de pura fe.
Obreros, si existe una cosa que el diablo quiere es sacarlo a usted del Altar, él ha hecho eso con muchos, pues sabe lo que significa alguien con la vida sacrificada en el Altar. A fin de cuentas, él vivía en el “santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas” (Ezequiel 28:14). Y, de la misma forma que cayó de allá, quiere que usted caiga del Altar también. ¡No permita eso en su vida!
Por medio de los “Rescates en su casa” que hemos hecho, ustedes han visto que no vale la pena dejar de sacrificar. Por eso, avive su fe, vaya al Altar, pues allá está el futuro de su vida en este mundo y en el porvenir. Con la vida en el Altar somos más fuertes de lo que la muerte es:
… el postrer enemigo que será destruido… 1 Corintios 15:26
El escogido es aquel que fue plantado en el Reino de Dios. Si usted no fue plantado por el Padre celestial, entonces busque eso más que todo lo que pueda desear en la vida.
¡Que Dios los bendiga!